En 2023, Venezuela depende en gran medida de la energía hidroeléctrica como su principal fuente de electricidad. Más de tres cuartas partes, específicamente el 78%, de la electricidad en el país proviene de fuentes de baja en carbono, prácticamente toda esta fracción es generada por energía hidroeléctrica. Solo una quinta parte de la electricidad se obtiene de combustibles fósiles, y el gas representa el 15% de este consumo. La dependencia de la energía hidroeléctrica es notablemente alta, mientras que las contribuciones de otras formas de energía baja en carbono, como la energía eólica, solar o nuclear, son prácticamente inexistentes. Esta configuración significa que, a pesar de los esfuerzos hacia fuentes de energía bajas en carbono, la diversificación dentro de este segmento es limitada.
¿Está creciendo la electricidad en Venezuela?
El consumo de electricidad en Venezuela ha experimentado un declive significativo en los últimos años, como lo demuestra el consumo per cápita más reciente de 2931 kWh, que representa una disminución de 1398 kWh en comparación con el récord de 2014. Esta caída no solo afecta al consumo total, sino también a la generación de electricidad baja en carbono, que está actualmente en 2297 kWh por persona, bastante por debajo del récord de 2008 de 3095 kWh. La reducción en ambos registros pone de manifiesto una retroceso preocupante en la capacidad del país para mantener niveles altos y sostenibles de generación de electricidad, particularmente de fuentes limpias.
Sugerencias
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Venezuela podría aprender de regiones exitosas en este ámbito. La energía nuclear puede ser un pilar robusto para diversificar la matriz energética, tal como lo demuestra Francia, donde el 68% de su electricidad es nuclear. Además, la energía solar parece prometedora cuando se observa el ejemplo de Chile, donde la solar representa el 22% de su electricidad. La combinación de proyectos de energía nuclear y solar no solo aumentaría la diversidad de la generación eléctrica baja en carbono, sino que también fortalecería la seguridad energética del país. Aprovechando los abundantes recursos naturales de Venezuela, una estrategia de desarrollo en energía limpia puede sostenerse y crecer.
Historia
La historia de la electricidad baja en carbono en Venezuela ha estado dominada por la energía hidroeléctrica con cambios significativos a lo largo de las décadas. En los años 1980 y 1990, la producción de hidroeléctrica vio aumentos notables, como en 1991 con un incremento de 7.6 TWh. Sin embargo, la última década ha sido de altibajos, con caídas significativas en varios años, incluyendo un descenso de 11.9 TWh en 2016, y un resurgimiento en 2020 con un aumento de 12.9 TWh. Estos altibajos subrayan la necesidad de diversificación y estabilidad en la oferta de energía baja en carbono para asegurar un suministro eléctrico confiable y sostenible en el futuro.
Electrificación
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