Uruguay ha logrado un hito notable en la producción de electricidad ya que actualmente obtiene más del 94% de su electricidad de fuentes bajas en carbono. Esto incluye un predominante 42% de energía hidroeléctrica, seguido de casi un 27.5% de energía eólica, y cerca de 22% de biocombustibles. La energía solar también contribuye con poco más del 3%, lo cual ilustra la diversidad de fuentes bajas en carbono empleadas en el país. En contraste, el uso de combustibles fósiles en la matriz energética uruguaya es mínimo, representando solamente el 5% del total. Esta clara inclinación hacia las energías limpias no solo posiciona a Uruguay como un líder en sostenibilidad energética, sino que también le permite ser un exportador neto de electricidad, ayudando así a las regiones vecinas a reducir sus emisiones de carbono. El desafío que ahora enfrenta el país radica en electrificar sectores como el transporte, la calefacción y la industria, lo cual demandará aún más electricidad.
¿Está creciendo la electricidad en Uruguay?
El consumo de electricidad en Uruguay está en un curso ascendente. En 2024, se registró un consumo total de 5100 kWh por persona, superando el récord anterior de 4730 kWh por persona en 2019. Esto representa un incremento de 369 kWh por persona en términos de consumo total. En cuanto a la electricidad baja en carbono, también se observa un crecimiento, alcanzando 4825 kWh por persona contra los 4648 kWh por persona del año récord anterior, 2019. Este aumento de 177 kWh por persona en generación de energía baja en carbono es alentador, aunque se necesita continuar expandiendo esta capacidad para asegurar que el crecimiento de demanda sea satisfecho de manera limpia y sostenible.
Sugerencias
Para aumentar la capacidad de generación baja en carbono, Uruguay podría considerar expandir sus existentes proyectos de energía eólica. Esta tecnología ya está generando grandes cantidades de electricidad y su expansión sería una estrategia lógica frente al creciente consumo. Asimismo, explorar la expansión de la energía solar podría proporcionar beneficios sustanciales, dado su potencial para generar energía incluso en áreas con variabilidad climática. Aunque los biocombustibles forman parte de la matriz, el enfoque primario debe centrarse en fuentes como la eólica y solar, las cuales han demostrado ser fuentes eficientes y más universales de energía limpia, que continuarán apoyando la transición de Uruguay hacia un futuro sostenible energéticamente.
Historia
La historia de la electricidad baja en carbono en Uruguay es un testimonio de su constante evolución hacia fuentes más limpias. En la década de 1980, hubo fluctuaciones notablemente significativas en la energía hidroeléctrica, comenzando con un aumento de 2.2 TWh en 1980 y un pico de 2.7 TWh en 1998, aunque también se experimentaron descensos, como el de -1.8 TWh en 1988. Sin embargo, en las últimas décadas del siglo XXI, el país ha mostrado una resiliencia notable. El año 2007 vio un auge con un aumento de 4.5 TWh, aunque ese crecimiento fue seguido por oscilaciones y reducciones como las de -3.5 TWh en 2008 y -4 TWh en 2020. Afortunadamente, en 2024 presenciamos un incremento nuevamente de 3.8 TWh que reafirma las intenciones de Uruguay por solidificar su capacidad hidroeléctrica, todo mientras busca diversificarse y expandirse hacia tecnologías limpias como la eólica y solar.
Electrificación
Estimamos el grado de electrificación comparando las emisiones de electricidad y energía total. Más sobre metodología.