En el año 2023, Trinidad y Tobago depende casi por completo de los combustibles fósiles para su consumo eléctrico, con un asombroso 99,94% de su electricidad proveniente de estos. Esta fuerte dependencia de los combustibles fósiles tiene importantes implicaciones medioambientales, ya que contribuye significativamente a la contaminación del aire y al cambio climático. La contribución de las energías limpias como la solar, eólica y nuclear es cercana a cero, lo cual resalta la necesidad urgente de diversificar las fuentes de generación eléctrica hacia opciones más sostenibles y bajas en carbono.
Para mejorar su generación de electricidad baja en carbono, Trinidad y Tobago puede aprender de países que han implementado exitosamente el uso de estas tecnologías. Por ejemplo, países europeos como Francia, Eslovaquia y Ucrania cuentan con una producción de electricidad a partir de energía nuclear que oscila entre el 55% y el 65%. Por otra parte, Dinamarca, Uruguay e Irlanda han logrado generar entre un 32% y un 53% de su electricidad a partir de la energía eólica. Con un perfil geográfico favorable para la energía solar, Trinidad y Tobago podría también considerar los ejemplos de Chile y Yemen, que generan alrededor del 20% de su electricidad mediante energía solar. Estas diversas experiencias demuestran que tanto la energía eólica, solar como la nuclear pueden jugar un papel crucial en la transición hacia una matriz energética más limpia y sostenible.
Históricamente, Trinidad y Tobago no ha mostrado avances significativos en la adopción de electricidad baja en carbono. Desde 1991 hasta 2023, la contribución de los biocombustibles y la energía solar ha sido consistentemente nula, sin ningún cambio en la generación eléctrica a partir de estas fuentes. Por ejemplo, en los años 2000 y 2023, no hubo generación eléctrica registrada a partir de la energía solar, y lo mismo se aplica para la energía eólica en el 2023. Esta inactividad sugiere una falta de inversiones y políticas de apoyo hacia las energías limpias, lo que presenta una oportunidad para futuros desarrollos en esta área crucial para la sostenibilidad y la mitigación del cambio climático.