En Surinam, la situación actual del consumo de electricidad muestra una fuerte dependencia de los combustibles fósiles, que representan más de la mitad del total, alrededor de un 57%. Sin embargo, Surinam también está avanzando en la generación de electricidad baja en carbono, constituyendo esta casi el 43% del consumo. Dentro de esta categoría, la energía hidroeléctrica es la protagonista, representando un poco más del 42% de la electricidad total. Esto refleja un panorama local donde las fuentes limpias juegan un papel importante, aunque todavía queda camino por recorrer para desplazar a los combustibles fósiles.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Surinam podría considerar diversificar sus fuentes de energía limpia. Observando el éxito de otros países, se puede aprender de Francia y Dinamarca, que lideran en energía nuclear y eólica, respectivamente. Francia, con un impresionante 68% de su electricidad proveniente de energía nuclear, y Dinamarca, donde más de la mitad proviene de energía eólica, son ejemplos que Surinam podría seguir. Además, otros países similares, como Uruguay con un 28% en energía eólica o Marruecos con un 21% en la misma fuente, demuestran que es posible crecer en este campo con determinación y políticas efectivas.
La historia de la electricidad baja en carbono en Surinam ha tenido altibajos, especialmente en la producción de energía hidroeléctrica. Durante los años 80, esta contribución fluctuó, con incrementos significativos en algunos años como 1982, con un aumento de 0.3 TWh, y caídas importantes en otros años, como 1987 con una disminución de 0.5 TWh. En las décadas subsecuentes, alternaron períodos de crecimiento y retroceso, con una caída notable en el año 2000 de 0.6 TWh. Más recientemente, aunque con fluctuaciones, ha habido un pequeño resurgir en la última década, como en 2016 y 2017 con incrementos de 0.3 y 0.1 TWh respectivamente, lo que subraya la necesidad continua de fortalecer y estabilizar la producción de electricidad baja en carbono en el país.