En 2022, el consumo de electricidad en Surinam mostró un reparto equilibrado entre energías de bajas emisiones de carbono y combustibles fósiles. Aproximadamente, una ligera mayoría de la electricidad, más del 51%, provino de combustibles fósiles, mientras que el 48% restante fue generado a partir de fuentes limpias. Dentro de esta categoría de baja emisión de carbono, la energía hidroeléctrica representó casi la totalidad, con un 47%. Esto destaca un claro enfoque en la hidroelectricidad como la principal fuente de energía limpia en el país, mientras que otras fuentes de baja emisión de carbono, como la nuclear, la solar y la eólica, están casi ausentes en el país.
Para que Surinam incremente su generación de electricidad limpia, podría aprender de países exitosos en este ámbito. Uruguay, por ejemplo, genera una significativa parte de su electricidad a partir del viento, alcanzando un 36%. Surinam, al igual que Uruguay, podría aprovechar su ubicación y condiciones naturales para promover la energía eólica. Además, observando a países como Grecia, donde la energía solar constituye el 22% de su matriz eléctrica, Surinam también podría explorar esta fuente para diversificar su generación limpia. Aunque Surinam aún no ha desarrollado la energía nuclear, podría considerar esta opción tomando como ejemplo a Francia o Eslovaquia, donde la energía nuclear es dominante en el mix eléctrico.
La historia de la energía hidroeléctrica en Surinam ha sido un tanto volátil a lo largo de las décadas. En los años 80, la producción de electricidad a partir de la hidroenergía experimentó altibajos significativos, como un aumento de 0.3 TWh en 1982 seguido por una caída de 0.4 TWh en 1983. A finales de los 80 y principios de los 90, el país mostró mejoras constantes, especialmente en 1989 con un incremento de 0.6 TWh. Sin embargo, en el cambio de siglo, en el año 2000, la producción sufrió una notable reducción de 0.6 TWh. En la última década, todavía se perciben fluctuaciones, con un leve repunte en 2010 y 2016. Estas variaciones subrayan la necesidad de diversificar la matriz energética del país hacia otras formas de generación baja en carbono para estabilizar y asegurar el suministro eléctrico.