En 2022, más de la mitad de la electricidad de Surinam provino de combustibles fósiles, representando aproximadamente el 52% del total. La otra mitad de la electricidad se generó a partir de fuentes de energía baja en carbono. De este total, la energía hidroeléctrica contribuyó con casi el 47%, lo que significa que prácticamente toda la electricidad baja en carbono en Surinam descendió del agua. Este uso significativo de la energía hidroeléctrica posiciona al país en un escenario importante para reducir aún más las emisiones de carbono asociadas con la generación de electricidad, a pesar de que todavía se dependa en gran medida de combustibles fósiles.
Para mejorar la participación de la electricidad baja en carbono, Surinam puede aprender de las experiencias de otros países. Uruguay, por ejemplo, ha logrado generar un 33% de su electricidad a partir de la energía eólica. Este modelo puede ser inspirador para Surinam, permitiéndole aprovechar sus condiciones naturales para expandir la energía eólica y solar como complemento de su ya robusta infraestructura hidroeléctrica. Asimismo, aunque Surinam no cuenta con estaciones nucleares, los casos de países como Francia y Ucrania, con altos porcentajes de generación nuclear, demuestran el potencial inherente en la adopción de tecnologías nucleares, de wind y solar, para diversificar las fuentes de energía verde y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
Históricamente, la electricidad baja en carbono de Surinam ha tenido un comportamiento fluctuante. En los años 80, la producción de energía hidroeléctrica experimentó algunos altibajos, como en 1983 y 1987, donde se registraron disminuciones notables de generación. Sin embargo, también hubo incrementos, como el período entre 1989 y 1991. En las décadas siguientes, especialmente en los años 2000 y 2010, aunque hubo una disminución de 0.6 TWh en 2000, la generación hidroeléctrica mostró signos de recuperación en 2010 y más recientemente en 2016 y 2017 con aumentos modestos. Este patrón de cambios sugiere que, aunque la infraestructura hidroeléctrica de Surinam ha sido históricamente vulnerable a ciertas variaciones, aún mantiene un papel crucial en el suministro de electricidad limpia en el país.