Actualmente, la electricidad en Singapur depende en gran medida de combustibles fósiles, que representan el 95% de la generación eléctrica total. La mayor parte de esta electricidad proviene del gas, que constituye aproximadamente el 93% del total. En contraste, solo un pequeño porcentaje procede de fuentes de electricidad baja en carbono: alrededor del 4.5%. Dentro de esta categoría, los biocombustibles representan casi el 3% y la energía solar aproximadamente el 1.6%. La dependencia significativa de los combustibles fósiles tiene un impacto negativo considerable en el medio ambiente debido a las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación del aire.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Singapur puede tomar nota de las estrategias empleadas en otros países exitosos. Por ejemplo, Francia y Finlandia obtienen más del 65% y 40% de su electricidad respectivamente de fuentes nucleares, lo que reduce la dependencia de los combustibles fósiles y disminuye las emisiones de carbono. De manera similar, Dinamarca genera más de la mitad de su electricidad mediante energía eólica. Como Singapur es un país compacto con una alta densidad de población, podría considerar combinar el desarrollo de la energía solar en techos de edificios y la adopción de tecnologías nucleares avanzadas que ocupen menos espacio y sean altamente eficientes.
Analizando la historia de la generación eléctrica baja en carbono en Singapur, vemos que los biocombustibles han sido la fuente principal con incrementos modestos desde 1986 hasta principios de los 2000. Sin embargo, estos incrementos fueron bastante pequeños, generalmente de 0.1 a 0.5 TWh anuales. Entre 2019 y 2022, hubo aumentos notables en la generación de biocombustibles, con un pico de 1.1 TWh en 2019. La energía solar empezó a emerger en 2016 con un aumento constante de 0.1 a 0.3 TWh hasta 2023. Aunque estos incrementos son positivos, para lograr una transición significativa hacia una electricidad más limpia, Singapur necesitará adoptar estrategias más agresivas y tecnologías probadas en otros países exitosos.