Actualmente, el consumo de electricidad en Singapur está dominado por el uso de combustibles fósiles, representando más del 98% del total de energía eléctrica en el periodo comprendido entre junio de 2023 y mayo de 2024. Dentro de esta categoría, el gas es la principal fuente, con casi el 96% del suministro. Por otro lado, la generación de electricidad baja en carbono es apenas del 1.91%, y se compone en su totalidad de energía solar. Esta situación refleja una fuerte dependencia de los combustibles fósiles, mientras que la adopción de energías más limpias sigue siendo limitada.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Singapur podría considerar lecciones de países que han tenido éxito en esta área. Países como Dinamarca e Irlanda han demostrado que la energía eólica puede constituir una porción significativa del suministro eléctrico, alcanzando más del 60% y 34% respectivamente, gracias a políticas de apoyo y las condiciones adecuadas de infraestructura. Aunque Singapur es pequeño y tiene limitaciones de espacio para parques eólicos, puede considerar medidas innovadoras como la energía solar flotante y, en el largo plazo, incluso explorar pequeños reactores nucleares modulares. La experiencia de los Emiratos Árabes Unidos en la integración de la energía nuclear, con un 20% de electricidad procedente de fuentes nucleares, destaca cómo las inversiones en tecnología nuclear pueden contribuir significativamente a reducir la dependencia de combustibles fósiles.
A lo largo de su historia, Singapur ha mostrado un lento crecimiento en la adopción de electricidad baja en carbono. Desde 1986, con la generación de biocombustibles registrando pequeños incrementos cada cierto tiempo, no ha habido cambios significativos hasta la llegada de la solar en 2016. En la última década, Singapur ha comenzado a mejorar la integración de la energía solar, comenzando en 2016 con 0.1 TWh y llegando a agregar 0.3 TWh adicionales en 2023. Aunque estos incrementos son modestos, demuestran un interés creciente por parte del país en las fuentes de energía limpia. La clave para el futuro será una mayor inversión y desarrollo de estas tecnologías para crear un mix energético más sostenible y resiliente.