En el Reino Unido, la situación actual del consumo de electricidad se caracteriza por un significativo uso de electricidad baja en carbono, que constituye más de la mitad de la electricidad generada, aproximadamente un 59%. Dentro de esta categoría, la energía eólica representa una gran porción con un 27%, seguida por la nuclear con casi un 13%, y los biocombustibles alrededor de un 13% también. Por otro lado, el uso de combustibles fósiles es considerablemente menor, contribuyendo a casi un tercio de la electricidad total, específico casi el 31%. El gas es el principal componente dentro de los combustibles fósiles, representando casi un 27% del total. Las importaciones netas constituyen alrededor del 11% de la electricidad consumida, y por último, la energía solar y la hidroeléctrica representan casi el 5% y el 2%, respectivamente.
Para que el Reino Unido aumente la generación de electricidad baja en carbono, puede considerar la expansión de las infraestructuras nucleares y eólicas, ya que son fuentes que ya están proporcionando cantidades considerables de electricidad. Aprender de países como Francia y Eslovaquia, donde la nuclear forma una proporción importante de la generación eléctrica con porcentajes del 68% y 62% respectivamente, podría ser ventajoso. Además, Brasil y Chile han logrado importantes avances en generación solar, lo que demuestra el potencial de expansión en el Reino Unido para estas tecnologías limpias. Precisamente, una inversión en estas áreas puede no solo reducir la dependencia de los combustibles fósiles sino también contribuir a mitigar el cambio climático y la contaminación del aire.
A través del tiempo, la historia de la electricidad baja en carbono en el Reino Unido ha estado marcada por desarrollos notorios en diversas décadas, especialmente en la nuclear y la energía eólica. Durante los años 80 y principios de los 90, el Reino Unido experimentó un aumento en la generación nuclear, con incrementos notorios en 1984, 1985, 1988, 1989, y 1993. Sin embargo, a partir del año 2000, se observó una tendencia decreciente en la producción nuclear, con caídas significativas en 2000, 2004, 2007, 2008, 2019, y más recientemente en 2023. Por otro lado, la energía eólica ha visto un crecimiento constante, particularmente desde 2013, con aumentos año tras año, salvo algunas excepciones, evidenciando el potencial de esta tecnología para el futuro del Reino Unido. Esta evolución refleja una oportunidad para revitalizar el enfoque en la nuclear, al tiempo que se sigue expandiendo la energía eólica, para alcanzar un suministro eléctrico aún más limpio y sostenible.