Durante el periodo de septiembre de 2023 a agosto de 2024, el consumo de electricidad en el Reino Unido muestra una sólida inclinación hacia la generación baja en carbono. Más de la mitad de la electricidad proviene de fuentes limpias, representando un 60.48% del total. En términos de tecnología específica, la energía eólica emerge como una de las protagonistas, generando alrededor de un 29%, mientras que la energía nuclear aporta aproximadamente un 13%. Otras fuentes como los biocombustibles contribuyen con un poco más del 11%, complementadas por la energía solar e hidroeléctrica, que suman un 4% y un 2.5% respectivamente. En contraste, los combustibles fósiles, principalmente gas y carbón, tienen aún una participación significativa, alrededor de un 29%, lo que refleja un área de mejora crucial para reducir el impacto ambiental asociado.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, el Reino Unido podría centrarse en la expansión de sus capacidades nuclear y eólica, tecnologías que ya contribuyen a grandes porciones de su mix energético. Existen ejemplos destacados a nivel mundial que pueden ofrecer valiosas lecciones. Francia, por ejemplo, genera un impactante 67% de su electricidad a partir de la energía nuclear. Países como Dinamarca también destacan, con un 59% de su electricidad generada mediante energía eólica. Aprender de estos modelos exitosos ayudará al Reino Unido a no solo elevar su cuota de generación limpia, sino también a contribuir más eficazmente en la lucha global contra el cambio climático.
Históricamente, la contribución de la energía nuclear en el Reino Unido ha sufrido altibajos. Durante los años ochenta, especialmente en 1984 y 1989, la capacidad nuclear del país experimentó crecimientos notables de 10 a 8.3 TWh anuales. Sin embargo, en el cambio de milenio y principios del siglo XXI, se observaron descensos significativos en la producción nuclear, destacándose especialmente los años 2000 y 2007 con caídas de más de 10 TWh anuales. Por otro lado, desde 2013, la energía eólica ha mostrado un constante y vigoroso crecimiento, con incrementos importantes, especialmente en 2022 con un repunte de 15.3 TWh. Para mantener este impulso, es crucial que el Reino Unido se enfoque en resolver los retos que han llevado a las disminuciones de capacidad nuclear en el pasado, asegurando un suministro confiable y sostenible.