En Georgia, más del 70% de la electricidad consumida en 2023 proviene de fuentes de energía baja en carbono, siendo la energía hidroeléctrica la más dominante con poco más del 70%. Por otro lado, cerca de un cuarto del suministro eléctrico proviene de los combustibles fósiles, específicamente del gas. Por tanto, se pone de manifiesto la relevancia de la producción eléctrica de bajo carbono en el panorama energético georgiano.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Georgia podría tomar como referencia a países que han tenido éxito en este ámbito. Por ejemplo, Francia y Eslovaquia han logrado que más de la mitad de su electricidad sea generada a partir de energía nuclear. Además, Dinamarca ha tenido grandes avances con la energía eólica, generando casi 60% de su electricidad de esta manera. Asimismo, Georgia podría considerar la implementación de energía solar en su mix energético, tal como lo han hecho Grecia y Australia, cuyos porcentajes de generación eléctrica solar fluctúan en torno al 20% y 18% respectivamente.
En cuanto a la historia del uso de electricidad de bajo carbono en Georgia, hay fluctuaciones palpables a lo largo de las últimas décadas. Durante la década de 1990 y principios de la década de 2000, la generación de energía hidroeléctrica mostró una tendencia de cambio mixto, con varios años de disminución seguidos por incrementos. A partir de 2010, la producción hidroeléctrica comenzó a mostrar una tendencia de crecimiento más constante, con algunos años de declive. Es notable que en los últimos años del siglo, se observaron numerosas fluctuaciones en la generación de electricidad de este tipo, oscilando generalmente entre una disminución leve y un incremento notorio desde el año anterior.