En el período de agosto de 2024 a julio de 2025, más de tres cuartas partes del consumo de electricidad en Georgia provino de fuentes bajas en carbono. La energía hidroeléctrica representó la mayor parte entre estas fuentes limpias, abarcando casi el 74% del suministro total. Sin embargo, la dependencia de los combustibles fósiles, específicamente del gas, sigue siendo relevante con cerca de un 18% de participación. Las importaciones netas, por su parte, contribuyeron con aproximadamente un 7% al consumo total de electricidad. Este mix muestra una predominancia notable de energías limpias, pero aún persisten desafíos con la dependencia de fuentes fósiles que es necesario abordar.
¿Está creciendo la electricidad en Georgia?
En términos de consumo per cápita, parece que el uso de electricidad en Georgia no está creciendo. En 2025, el consumo total per cápita fue de aproximadamente 3800 kWh, una cifra algo menor al récord registrado en 2022 cuando alcanzó los 3900 kWh. Esto representa una disminución de 100 kWh por persona. Las cifras de generación baja en carbono también experimentaron una disminución, pasando de 3006 kWh por persona en 2024 a 2844 kWh en el último año. Esta caída de 162 kWh es motivo de preocupación, pues no acompaña el necesario incremento de la oferta de electricidad limpia para satisfacer las demandas futuras.
Sugerencias
Para incrementar la generación de electricidad baja en carbono, Georgia puede aprender de regiones exitosas en este esfuerzo. Países como Francia y Eslovaquia han apostado fuertemente por la energía nuclear, representando aproximadamente dos tercios de su generación eléctrica. Georgia puede considerar aumentar su capacidad nuclear similar a estos ejemplos. Además, estados como Iowa y Dakota del Sur han alcanzado más de la mitad de su producción eléctrica a través de la energía eólica. La incorporación de la energía solar también es vital. Países como Líbano y Grecia han integrado la solar en su mix energético, generando cerca de un tercio de su electricidad de esta manera. Estos ejemplos subrayan la importancia de diversificar las fuentes verdes para lograr un suministro eléctrico sostenible.
Historia
La historia de la electricidad baja en carbono en Georgia muestra cambios significativos a lo largo de las décadas. En los primeros años de los 90, se observó un retroceso en la producción de energía hidroeléctrica, con disminuciones notables en 1992 y 1995. Sin embargo, el panorama cambió hacia el comienzo del siglo XXI, con aumentos destacados en 2002, 2007, y especialmente en 2010. A partir de entonces, la producción fluctuó, aunque registró un aumento considerable en 2021. El año 2025 vio una nueva disminución. Este comportamiento refleja la necesidad de una planificación y inversión cuidadosa para asegurar un incremento constante en la generación de electricidad baja en carbono, específicamente a través de la expansión en energía nuclear y solar.
Electrificación
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