En el período de noviembre de 2023 a octubre de 2024, el consumo de electricidad en Georgia se caracteriza principalmente por una alta proporción de generación baja en carbono, representando más del 76% del total. Prácticamente toda esta electricidad baja en carbono proviene de la energía hidroeléctrica, que representa más del 76% del total. Por otro lado, los combustibles fósiles, específicamente el gas, componen el 23% del suministro eléctrico de Georgia. Esto demuestra que Georgia depende en gran medida de su capacidad hidroeléctrica para satisfacer sus necesidades de electricidad, mientras que la proporción de electricidad generada a partir de combustibles fósiles sigue siendo significativa.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Georgia podría aprender de ejemplos internacionales que hayan logrado una transformación exitosa de sus matrices energéticas. Un país como Ucrania, que genera el 55% de su electricidad a través de la energía nuclear, puede ofrecer aprendizajes valiosos sobre la integración de la energía nuclear en una estrategia de generación baja en carbono. Además, observar a países como Dinamarca e Irlanda, que han incorporado significativamente la energía eólica, puede ofrecer ideas sobre cómo diversificar aún más la matriz energética de Georgia. Aprovechando estas experiencias, Georgia podría considerar la incorporación de energía nuclear y eólica de manera más extensa para reducir aún más su dependencia de los combustibles fósiles.
Históricamente, Georgia ha experimentado variaciones en la generación de energía hidroeléctrica a lo largo de las décadas. Durante los años 90, se observaron varios descensos, como en 1992 y 1995 cuando la generación hidroeléctrica disminuyó en 0,9 y 1,6 TWh respectivamente. Sin embargo, a principios de los 2000, hubo un aumento significativo con un incremento de 1,2 TWh en 2002. En la década siguiente, la generación continuó siendo fluctuante, con notables aumentos, como 1,9 TWh en 2010 y 2021. Aunque estas variaciones reflejan la naturaleza complicada de la dependencia de la energía hidroeléctrica, remarcan la necesidad de explorar la energía nuclear y la eólica como alternativas viables y sostenibles para garantizar un suministro de electricidad más estable y limpio en el futuro.