En el año 2022, la situación del consumo de electricidad en Egipto se centraba principalmente en el uso de combustibles fósiles y gas, con 184.74 TWh y 137.89 TWh respectivamente. La electricidad baja en carbono quedó muy por detrás, generando solamente 23.35 TWh. Entre las fuentes de energía baja en carbono, la energía hidroeléctrica es la más utilizada con 14.07 TWh, seguida de la solar con 5.05 TWh y la eólica con 4.23 TWh. En promedio, cada persona en Egipto consume mucha menos electricidad que el promedio mundial de 410 vatios por persona. Este nivel comparativamente bajo de generación podría tener un impacto en el desarrollo económico y tecnológico del país, limitando potencialmente la creación de empleo y el crecimiento en sectores intensivos en energía.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Egipto podría aprender de las estrategias implementadas con éxito en otros países. Por ejemplo, la República Popular de China ha logrado grandes avances en la generación de energía eólica y solar, produciendo 964 TWh y 523 TWh respectivamente. India, un país con condiciones climáticas y ambientales similares a Egipto, ha demostrado éxito en la generación de electricidad solar con 120 TWh. Además, varios países han cosechado logros significativos en la generación de energía nuclear, una fuente de electricidad que es intensiva en energía pero baja en carbono. Los Estados Unidos, Francia y Rusia son los líderes en este campo, cada uno generando más de 200 TWh de electricidad nuclear.
La historia de la electricidad baja en carbono en Egipto ha estado dominada por la energía hidroeléctrica desde mediados de los años 80. Aunque la producción fluctuó en las siguientes décadas, hubo un aumento general en la generación de energía hidroeléctrica, a pesar de algunas caídas notables en 2003, 2009 y 2010. El inicio de la generación de energía eólica en 2015 y solar en 2018 marcó un cambio importante en la matriz energética del país. Sin embargo, estos cambios no se han aprovechado al máximo, como se observó en 2019 cuando la generación de electricidad solar y eólica aún estaba por debajo de 5 TWh. Egipto tiene un gran potencial para expandir estas fuentes de energía baja en carbono y avanzar hacia un futuro energético más limpio y sustentable.