En 2022, el consumo eléctrico en Argelia dependió casi en su totalidad de los combustibles fósiles, específicamente el gas, que representó alrededor del 99% de la generación de electricidad. Esto significa que la baja cantidad de electricidad generada por fuentes bajas en carbono está cerca de no existir. Esta fuerte dependencia del gas subraya la necesidad urgente de diversificar las fuentes de energía y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que afectan el clima y la calidad del aire. La transición hacia fuentes de electricidad más limpias y sostenibles no solo podría beneficiar al medio ambiente, sino también mejorar la seguridad energética de Argelia.
Para aumentar su generación de electricidad baja en carbono, Argelia podría tomar inspiración de países que han tenido éxito en incrementar su proporción de electricidad a partir de fuentes limpias. Por ejemplo, países como Francia y Eslovaquia generan la mayor parte de su electricidad mediante la energía nuclear, con un 67% y 60% respectivamente. Por otro lado, el uso de la energía eólica también muestra promesas significativas, como se observa en Dinamarca, donde casi el 60% de su electricidad proviene de esta fuente. Además, Uruguay y España han demostrado progresos notables en la generación de electricidad a través de la energía eólica, lo que puede servir como modelo a seguir. La combinación de nuclear y energía solar también ha mostrado ser una fórmula ganadora en países como Chile y los Emiratos Árabes Unidos, lo cual podría ser aplicable en Argelia dado su entorno geográfico y sus necesidades energéticas.
El historial de generación de electricidad baja en carbono en Argelia muestra una trayectoria bastante volátil, especialmente en lo que refiere a la energía hidroeléctrica. Durante los años 1980 y 1990, la generación hidroeléctrica experimentó variaciones de incrementos y descensos menores. Años más recientes tampoco han mostrado un avance significativo en fuentes bajas en carbono hasta 2017, cuando la energía solar comenzó a hacer pequeñas contribuciones al mix energético del país. Importantes fluctuaciones y ausencia de incrementos sostenidos en las tecnologías de baja emisión de carbono revelan una oportunidad perdida que aún puede revertirse mediante un compromiso hacia la expansión de infraestructuras limpias, como la energía solar y nuclear. Este cambio no solo podría mitigar los efectos negativos de los combustibles fósiles, sino también asegurar un futuro más sostenible para Argelia.