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Participación en la electricidad global
[ 11, 230 ] gCO2eq/kWh Intensidad de carbono

Las energías renovables, exceptuando la hidroeléctrica, son una categoría de fuentes de energía bajas en carbono que incluyen principalmente la energía eólica, la solar y a veces la biomasa y la geotérmica. Estas energías aprovechan recursos naturales que son inagotables a escala humana, como el sol, el viento y el calor de la tierra, para producir electricidad de manera sostenible y con bajas emisiones de gases de efecto invernadero. Esta forma de energía está experimentando un notable incremento en su adopción a nivel mundial, contribuyendo de manera significativa a la matriz eléctrica internacional y jugando un papel crucial en la transición hacia una economía global más limpia y sostenible.

La generación de electricidad a partir de energías renovables excepto hidroeléctrica normalmente implica convertir energía natural en electricidad a través de tecnologías avanzadas. Por ejemplo, la energía eólica utiliza aerogeneradores para transformar el movimiento del viento en electricidad. La energía solar recolecta luz solar mediante paneles solares fotovoltaicos que convierten esta luz en corriente eléctrica. En su conjunto, estas tecnologías son capaces de generar cantidades importantes de electricidad con una huella de carbono muy baja. La energía nuclear también es clave para proporcionar electricidad de manera masiva y continua, manteniendo bajas las emisiones de gases de efecto invernadero.

Una de las principales ventajas de las energías renovables excepto hidroeléctrica es su baja intensidad de carbono. Estas energías producen significativamente menos emisiones de dióxido de carbono en comparación con los combustibles fósiles. Por ejemplo, la energía eólica tiene una intensidad de carbono promedio de 11 gCO2eq/kWh, mientras que la solar alcanza los 45 gCO2eq/kWh. Estas cifras contrastan fuertemente con las del carbón y el petróleo, que generan 820 y 650 gCO2eq/kWh respectivamente. Este ahorro en emisiones es fundamental para combatir el cambio climático y preservar el medio ambiente.

Actualmente, la proporción de electricidad generada a partir de estas fuentes es una parte importante de la oferta mundial. Aunque el porcentaje exacto de electricidad generada a nivel global por renovables excepto hidroeléctrica y nuclear puede variar según los datos precisos, su contribución es considerable y está en crecimiento constante. Este crecimiento es alentador ya que nos acerca más al objetivo de un suministro eléctrico global libre de carbono.

Por otra parte, la energía nuclear y solar son opciones viables y eficientes para expandir nuestra capacidad de generación eléctrica sin incrementar las emisiones de carbono. La energía nuclear tiene una intensidad de carbono de apenas 12 gCO2eq/kWh, lo que la convierte en una de las formas de energía más limpias y confiables disponibles en la actualidad. La energía solar, a pesar de requerir infraestructura inicial significativa, es extremadamente eficaz a largo plazo gracias a la abundancia de luz solar en muchas regiones del mundo. La combinación de estas tecnologías es vital para satisfacer la creciente demanda de electricidad, estimulada por la electrificación de la sociedad y el auge de tecnologías como la inteligencia artificial.

En resumen, las energías renovables excepto hidroeléctrica junto con la nuclear son fundamentales en la creación de un futuro energético limpio y sostenible. Al reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles, podemos disminuir eficazmente el impacto ambiental de la producción de electricidad mientras fomentamos un crecimiento económico ecológico y saludable para las futuras generaciones.

País/Región kWh/persona % TWh
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