En Vanuatu, el consumo de electricidad en 2022 se caracteriza por un uso mínimo de fuentes de energía baja en carbono y una dependencia significativa de combustibles fósiles. Las energías limpias, como la solar, generan casi nada de electricidad, mientras que el total de electricidad generado per cápita es considerablemente menor al promedio mundial de aproximadamente 3638 vatios por persona. El uso limitado de fuentes de electricidad baja en carbono puede tener efectos negativos, incluyendo una mayor dependencia de costosos combustibles importados, así como contribuciones significativas al cambio climático y la contaminación del aire. Esta situación podría afectar el desarrollo económico y la calidad de vida en el país.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Vanuatu podría expandir su capacidad solar existente, dado que ya está desempeñando un rol en su suministro energético. Países como Australia y Brasil han tenido éxito en aumentar su capacidad solar, generando 50 TWh y 67 TWh respectivamente, y podrían servir de modelo. Además, Vanuatu podría considerar la posibilidad de invertir en tecnologías eólicas, aprendiendo de naciones como Brasil, que ha generado más de 100 TWh a partir de la energía eólica. Integrar estas estrategias podría ayudar a Vanuatu a disminuir su dependencia de los combustibles fósiles y a avanzar hacia un futuro energético más limpio.
En cuanto a la historia de la electricidad baja en carbono en Vanuatu, los datos muestran que durante la década pasada no se produjo ningún cambio significativo en la generación de electricidad a partir de solar o eólica. Desde 2013 hasta 2022, no ha habido aumentos en la capacidad instalada de energía eólica, y para la energía solar, desde 2018 hasta 2022, se ha mantenido sin avances. A pesar de la tendencia mundial hacia la adopción de energías limpias, Vanuatu ha estado rezagado, indicando una oportunidad desaprovechada en la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.