En 2022, el consumo de electricidad en Tonga estuvo dominado por los combustibles fósiles, que representaron más de las tres cuartas partes de la generación eléctrica con un 87.5%. La electricidad baja en carbono constituyó el 12.5% de la producción, predominando la energía solar. Este claro predominio de los combustibles fósiles sugiere una fuerte dependencia de fuentes no sostenibles que contribuyen a la contaminación y el cambio climático. Sin embargo, la presencia de energía solar demuestra un paso significativo hacia la diversificación energética y la adopción de fuentes más limpias.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Tonga podría enfocarse en expandir su infraestructura solar. Dado que ya genera una proporción considerable de electricidad a partir de esta fuente, potencialmente podría duplicar este esfuerzo para reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Tonga puede aprender de países que han logrado altos porcentajes de generación eléctrica baja en carbono. Por ejemplo, Uruguay obtiene un 36% de su electricidad de energía eólica, lo que demuestra que las energías renovables son viables en países pequeños y con menos recursos. Seguir estos ejemplos ayudaría a Tonga a alcanzar una mayor independencia energética sostenible.
La historia de la generación eléctrica baja en carbono en Tonga, específicamente la energía solar, ha mostrado una tendencia estable en los años precedentes. Desde 2017 hasta 2022, no hubo incrementos en la producción de electricidad solar, lo que sugiere una falta de nuevas inversiones o políticas dirigidas a incrementar esta capacidad. Este estancamiento indica un área de oportunidad significativa para el país, que debe ser abordada si Tonga quiere avanzar hacia una matriz eléctrica más limpia y sostenible. Mejorar y expandir la capacidad solar puede desempeñar un papel crucial en ese esfuerzo.