En el año 2022, el consumo de electricidad en los Territorios Palestinos mostró una alta dependencia de importaciones, con más de tres cuartas partes de su electricidad proveniente de fuentes externas, representando el 87.81% del total. Los combustibles fósiles representaron una pequeña parte de la generación local, cerca del 9.44%. En cuanto a las fuentes de energía limpias, la electricidad baja en carbono, que incluye energía solar, representó un modesto 2.75% del total. Esto resalta la gran oportunidad que existe para mejorar la generación de energía limpia y reducir la dependencia de las importaciones, fomentando así la sostenibilidad energética y disminuyendo el impacto ambiental asociado con los combustibles fósiles.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, los Territorios Palestinos pueden aprender de otros países exitosos en este ámbito. Por ejemplo, Dinamarca y Uruguay han logrado generar más de la mitad y un tercio de su electricidad de energía eólica, respectivamente. Además, países como Francia, Eslovaquia y Ucrania han utilizado exitosamente la energía nuclear para producir hasta dos tercios de su electricidad de manera limpia. Estos ejemplos demuestran que es posible diversificar la matriz energética y depender menos de combustibles fósiles mediante la implementación de tecnologías limpias y sostenibles como la energía eólica, la solar, y especialmente la energía nuclear.
En los últimos años, la historia de la electricidad baja en carbono en los Territorios Palestinos ha sido un tanto limitada. Desde el año 2015 hasta 2018, no se registraron cambios significativos en la generación de electricidad solar. En 2019 y 2020, hubo un pequeño incremento en esta generación, con un aumento de 0.1 TWh cada año. Sin embargo, este crecimiento se detuvo en 2021 y 2022, sin cambios adicionales reportados en la capacidad solar. Estos datos sugieren que se necesita un enfoque renovado en políticas y estrategias para fomentar la inversión y la expansión en instalaciones de energía solar, además de considerar otras formas de energía baja en carbono para satisfacer las necesidades energéticas del futuro.