En 2022, el consumo de electricidad en Saint-Pierre y Miquelon estuvo completamente basado en combustibles fósiles, lo que significa que no se ha implementado ninguna fuente de electricidad baja en carbono en el territorio. Lo que resulta preocupante, especialmente considerando los impactos negativos de los combustibles fósiles, como el cambio climático y la contaminación del aire. Este panorama resalta la necesidad urgente de diversificar las fuentes de electricidad y adoptar tecnologías más limpias y sostenibles para el futuro.
Para incrementar la generación de electricidad baja en carbono, Saint-Pierre y Miquelon podría tomar inspiración de países exitosos en este ámbito. Por ejemplo, Francia ha desarrollado una sólida infraestructura nuclear que genera aproximadamente dos tercios de su electricidad, lo cual podría servir como un modelo para una pequeña región oceánica. Además, países como Dinamarca e Irlanda han alcanzado logros importantes con la energía eólica, generando más de un tercio de su electricidad total a partir de esta fuente. Optar por energías nucleares y eólicas podría ser una estrategia eficaz para Saint-Pierre y Miquelon, aprovechando las tecnologías establecidas y los conocimientos adquiridos de estas naciones.
Históricamente, la adopción de electricidad baja en carbono en Saint-Pierre y Miquelon ha sido inexistente, ya que los registros no muestran avances significativos en la implementación de ninguna de estas tecnologías de generación. En comparación, los últimos años del siglo XXI y principios del nuevo milenio han sido testigos de un esfuerzo global para transicionar hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles, tendencia de la cual este territorio ha estado notablemente ausente. El futuro requerirá una estrategia fuerte y decidida para caminar hacia una matriz eléctrica más limpia.