En 2022, el consumo de electricidad en la Región Administrativa Especial de Macao se caracterizó principalmente por un fuerte dependencia en las importaciones netas, que constituyeron más del 90% del suministro eléctrico total. Los combustibles fósiles, incluyendo gas, representaron casi el 10% de la generación de electricidad, mientras que las fuentes de electricidad baja en carbono, como los biocombustibles, aportaron poco más del 3%. Este panorama pone de manifiesto una necesidad urgente de diversificar la generación de electricidad hacia fuentes más limpias, dada la gran dependencia de las importaciones y el modesto aporte de energías bajas en carbono.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Macao SAR China puede aprender de países que han tenido gran éxito en esta área. Francia y Eslovaquia, por ejemplo, generan más del 60% de su electricidad a partir de energía nuclear, lo que demuestra la eficacia de esta fuente baja en carbono en contextos con alta densidad de población y espacio limitado, similar a Macao. Además, Dinamarca, con su enfoque en la energía eólica, genera más de la mitad de su electricidad de esta manera, ofreciendo un ejemplo viable para la incorporación de parques eólicos. Aprender de estos países y adaptar tecnologías avanzadas de nuclear y eólica puede ser una estrategia efectiva para Macao.
En la historia reciente, la generación de electricidad baja en carbono en Macao SAR China ha sido inestable y modesta. Durante la primera década de los 2000, el uso de biocombustibles fluctuó, comenzando con aumentos marginales y luego estabilizándose en cero hasta 2015, cuando se registró una reducción. Desde entonces, no ha habido cambios significativos en la generación de biocombustibles. Esta trayectoria indica una falta de inversión y desarrollo en tecnologías de electricidad baja en carbono y subraya la necesidad de adoptar estrategias más robustas para avanzar hacia una matriz energética más limpia y sostenible.