En el año 2022, el panorama del consumo de electricidad en Macao, Región Administrativa Especial de China, muestra una fuerte dependencia de las importaciones, representando más del 90% del consumo total de electricidad. Este alto porcentaje de importaciones es predominante frente a la producción local de electricidad. En términos de generación interna, los combustibles fósiles continúan desempeñando un papel significativo, aportando más del 5% de la electricidad, mayormente derivada del gas. En contraste, la generación de electricidad baja en carbono representa una proporción mucho menor, cercana al 4%, procedente en su totalidad de los biocombustibles. Esto refleja una oportunidad de mejora para Macao en el campo de la generación limpia de electricidad al reducir la dependencia de los combustibles fósiles, que tienen impactos negativos sobre el cambio climático y la contaminación del aire.
Para avanzar en el incremento de la generación de electricidad baja en carbono, Macao podría mirar ejemplos exitosos de otros países. Francia y Eslovaquia, por ejemplo, generan más de la mitad de su electricidad a través de energía nuclear, lo que demuestra un sólido compromiso con fuentes limpias y sostenibles. En cuanto a la energía eólica, Dinamarca sobresale, generando más del 50% de su electricidad gracias a fuentes eólicas. Estos ejemplos subrayan el potencial que podrían tener tanto la energía nuclear como la eólica para transformar el sector eléctrico de Macao. Implementar políticas que apoyen la inversión en plantas nucleares y parques eólicos podría facilitar a Macao la transición hacia un modelo energético más limpio y sostenible, reduciendo su dependencia de las importaciones y los combustibles fósiles.
Históricamente, la generación de electricidad baja en carbono en Macao ha tenido pocos cambios en las últimas dos décadas. Desde principios de los años 2000, la producción asociada a los biocombustibles ha sido baja o inexistente, con algunos pequeños incrementos y decrementos ocasionales, pero sin una tendencia hacia un aumento sostenido. La falta significativa de progreso destaca la necesidad de una reorientación estratégica hacia tecnologías como la nuclear y la eólica, que ya han demostrado ser exitosas en otros contextos internacionales y ofrecen una solución viable para una generación de electricidad limpia y de bajo impacto ambiental.