En 2022, casi toda la electricidad en Omán se generaba a partir de combustibles fósiles, específicamente gas, representando un masivo 96,18%. La electricidad baja en carbono, por otro lado, solo constituía el 3,82% de la producción total de electricidad. Dentro de este pequeño porcentaje, la energía solar representaba la cuadra mayor, alrededor del 3,54%.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Omán puede tomar nota de diversas naciones con éxito notable en este campo. Francia, por ejemplo, obtiene un asombroso 66% de su electricidad de la energía nuclear y Slovakia tampoco se queda atrás con un 61%. Además, países como Dinamarca y Uruguay generan una significativa proporción de su electricidad a partir de la energía eólica, con un 59% y 40% respectivamente. Dada la ubicación geográfica de Omán y su abundante luz solar, vale la pena mirar a países como Grecia, Australia y Chile, que han tenido éxito en aprovechar la energía solar para generar electricidad.
La historia de la electricidad baja en carbono en Omán ha sido lenta hasta hace poco. Antes de 2020, la generación de electricidad a partir de fuentes bajas en carbono era prácticamente inexistente. Sin embargo, a partir de 2020, hubo un avance significativo en la generación de electricidad solar con un incremento de 0,2 TWh comparado con el año anterior. En 2021, la generación de electricidad solar se triplicó al aumentar en 0,6 TWh comparado con 2020. Por otro lado, la generación de energía eólica se mantuvo constante en los últimos años, sin cambios significativos en 2020 o 2021. Aunque este progreso es modesto, señala un cambio positivo hacia fuentes de energía más limpias en Omán.