En el año 2024, el consumo eléctrico en Omán está dominado por los combustibles fósiles, que representan casi la totalidad del suministro eléctrico, aproximadamente el 96%. De este porcentaje, el gas es la fuente principal, aportando la gigantesca mayoría de esta energía fósil con un 93%. En cambio, la electricidad baja en carbono tiene una representación relativamente pequeña, de un poco más del 4%, dominada casi por completo por la energía solar, que compone la mayor parte de este porcentaje. La presencia de otras fuentes de energía baja en carbono, como la eólica, es prácticamente nula en el panorama energético del país.
Para que Omán pueda aumentar su generación de electricidad baja en carbono, podría mirar a países que han logrado integrar eficientemente diferentes tipos de energía verde. Por ejemplo, Francia y Eslovaquia se destacan significativamente en energía nuclear, generando el 68% y 62% de su electricidad, respectivamente, a partir de esta fuente. El caso del Líbano puede ser relevante para Omán, dado su foco en la energía solar, que proporciona el 31% de su electricidad. Además, Dinamarca ha demostrado ser muy exitosa en la utilización de la energía eólica, generando más de la mitad de su electricidad a partir del viento. Tomando en cuenta estas experiencias, Omán podría explorar tanto la expansión solar como el inicio de proyectos nucleares y eólicos para diversificar su matriz y reducir su dependencia de los combustibles fósiles.
En cuanto a la historia de la electricidad baja en carbono en Omán, hasta el 2019, no había producción significativa ni de energía solar ni eólica. El avance comenzó en el 2020 con un pequeño pero notable incremento de la energía solar (0.2 TWh) y una ligera introducción de energía eólica (0.1 TWh). En el 2021, la energía solar continuó creciendo, agregando 0.5 TWh, mientras que la energía eólica no mostró nuevos desarrollos. El 2022 trajo otro salto en la capacidad solar con un incremento de 0.9 TWh, pero volvió a marcar la ausencia de novedades en la energía eólica. En los años 2023 y 2024, no se registraron incrementos adicionales en ambas formas de energía, evidenciando una pausa en la expansión de estas fuentes sostenibles en el país. Para mejorar su perfil energético sostenible, Omán debería concentrarse en ampliar estas fuentes de energía verde.