Actualmente, la situación de consumo de electricidad en las Maldivas es preocupante y muy por debajo del promedio global, que es de 410 vatios por persona. La producción de energía en el país es principalmente a base de combustibles fósiles, sin la presencia notable de energías bajas en carbono como la nuclear, eólica o solar. Este consumo intensivo de combustibles fósiles puede tener efectos significativos en la calidad del aire y contribuir al cambio climático, además de alejar a las Maldivas de los objetivos globales de sostenibilidad y transición a energías limpias.
Las Maldivas podrían aprender de otros países que generan una parte significativa de su electricidad utilizando fuentes de energía bajas en carbono. A nivel global, vemos que países como China y Estados Unidos son líderes en la generación de electricidad mediante energía eólica y nuclear. En el caso de las Maldivas, un país con abundante sol y viento durante todo el año, podría ser beneficioso implementar más tecnología solar y eólica. Para lograrlo, pueden buscar cooperación internacional y obtener aprendizajes de países similares en términos climatológicos y tamaño, como por ejemplo Vietnam que produce 27 TWh con energía solar y 11 TWh con energía eólica.
Sin embargo, la historia de la electricidad baja en carbono en las Maldivas ha sido prácticamente inexistente hasta ahora. Según los datos disponibles, la generación de electricidad mediante energía solar ha permanecido en cero TWh desde 2014 hasta 2021. A pesar de esta falta de avance histórico, las Maldivas tienen la oportunidad de transformar su matriz energética y apostar por un futuro sostenible y verde, reduciendo su dependencia de los combustibles fósiles y aumentando su generación de electricidad baja en carbono. Las Maldivas podrían seguir el mismo camino que otros países exitosos en este ámbito, y dar un salto cuántico en la producción de energía limpia y sostenible.