En el año 2022, el consumo de electricidad en Maldivas se caracterizó principalmente por una dependencia abrumadora de los combustibles fósiles, que representaron un poco más del 90% de la generación total. En contraste, las fuentes de electricidad baja en carbono, que en este caso proviene exclusivamente de la energía solar, constituyeron el resto del porcentaje, alcanzando aproximadamente el 7%. Esta cifra refleja un progreso inicial hacia la implementación de energías más limpias, pero aún deja a Maldivas dependiendo en gran medida de fuentes que contribuyen al cambio climático y la contaminación del aire, destacando una necesidad urgente de diversificar y ampliar su portafolio de generación eléctrica con opciones más sostenibles.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Maldivas podría considerar aprender de otros países que han experimentado con éxito una transición hacia energías más limpias. A pesar de las diferencias geográficas y de tamaño, países como Dinamarca han implementado de manera efectiva el aprovechamiento de la energía eólica, que ahora constituye más del 60% de su generación eléctrica. Además, Uruguay ha alcanzado casi un 40% en generación eólica. Aunque Maldivas no tiene las mismas capacidades para la energía eólica que estos países, estos ejemplos ilustran la importancia de invertir en infraestructura para energías limpias y la diversificación de fuentes de energía baja en carbono, además de la solar, que ya está en curso.
La trayectoria histórica de Maldivas en cuanto a generación de electricidad baja en carbono muestra una ausencia constante de innovaciones o aumentos significativos durante la última década del siglo XXI. Desde 2014 hasta 2022, no se registraron cambios en la generación de electricidad solar, lo que sugiere una falta de inversiones y desarrollos en este sector durante todos estos años. Esta carencia de desarrollo resalta la urgente necesidad de políticas más vigorosas e inversiones estratégicas, para no sólo comenzar a mejorar estas cifras, sino también para adoptar un enfoque más ambicioso que podría incluir explorar otras tecnologías limpias viables, como la energía eólica o incluso la potencial implementación de energía nuclear segura y eficiente.