En Kuwait, el consumo de electricidad está dominado abrumadoramente por energías fósiles, representando casi el 98% del total, con el gas como el principal contribuyente superando ligeramente el 50%. La energía eléctrica baja en carbono apenas supera el 2%, con la energía eólica aportando casi el 2%. Es evidente que el uso de combustibles fósiles es predominante, mientras que el sector de la energía baja en carbono está en sus primeras etapas, contribuyendo aún muy poco al suministro eléctrico, lo cual subraya la importancia de un cambio hacia fuentes más limpias y sostenibles para enfrentar problemas ambientales como el cambio climático y la contaminación del aire.
Kuwait puede aprender de países exitosos en la implementación de electricidad baja en carbono, especialmente aquellos que han alcanzado altos porcentajes de generación de electricidad mediante energía nuclear o eólica. Por ejemplo, Francia obtiene casi el 70% de su electricidad de energía nuclear, lo que posiciona al país como un líder en energía limpia y segura. Por otro lado, Dinamarca, donde más de la mitad de la electricidad proviene de la energía eólica, demuestra el potencial de esta tecnología como fuente principal de electricidad limpia. Además, la experiencia cercana de los Emiratos Árabes Unidos que generaron el 20% de electricidad mediante energía nuclear también podría proporcionar lecciones valiosas sobre cómo transitar hacia un futuro más sustentable.
Históricamente, la generación de electricidad baja en carbono en Kuwait ha visto cambios muy lentos. A lo largo de la década de 2010, no hubo cambios significativos en la generación ni de energía eólica ni solar. Sin embargo, en el año 2021, se observó una pequeña adición de electricidad solar con un crecimiento de 0.1 TWh. Posteriormente, en 2022, la energía eólica experimentó un incremento notable con un crecimiento de 1.7 TWh. Aunque este crecimiento es positivo, aún queda un largo camino para cerrar la brecha con las energías fósiles, resaltando la necesidad de incrementar los esfuerzos en infraestructura y políticas que apoyen a las energías bajas en carbono, particularmente la nuclear y la eólica, para asegurar un futuro energético más limpio para Kuwait.