En 2023, el estado del consumo de electricidad en Kuwait es altamente dependiente de los combustibles fósiles, con un sorprendente 99.78% de su electricidad proveniente de estas fuentes. Más de la mitad del suministro eléctrico, aproximadamente el 56%, se genera a partir de gas. En contraste, la electricidad baja en carbono en Kuwait es prácticamente inexistente. Esta falta de diversificación en su mix energético subraya una gran dependencia en las fuentes de energía convencionales y representa un desafío significativo frente a la necesidad de abordar el cambio climático y reducir la contaminación del aire.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Kuwait puede aprender de países que han tenido éxito en este ámbito. Francia y Eslovaquia, por ejemplo, generan más del 60% de su electricidad a partir de energía nuclear. Países del Medio Oriente como los Emiratos Árabes Unidos también han comenzado a adoptar esta tecnología, logrando que el 13% de su electricidad sea de origen nuclear. Adicionalmente, países con condiciones climáticas similares, como Jordania, están invirtiendo en energía solar, alcanzando el 15% de su electricidad de esta fuente. Kuwait podría emular estas estrategias, invirtiendo en infraestructura nuclear y solar, obteniendo así una fuente de electricidad más limpia y sostenible.
Históricamente, Kuwait ha mostrado un progreso casi inexistente en la adopción de electricidad baja en carbono. Entre 2013 y 2018, no hubo generación de energía eólica o solar. En 2019, apenas se registró un incremento de 0.1 TWh en energía solar, cifra que se mantuvo en 2020. Sin embargo, en los años siguientes, no hubo incrementos adicionales en la generación de energía solar ni eólica. Esta tendencia indica una falta de inversión y desarrollo en tecnologías bajas en carbono, lo que resalta la necesidad urgente de políticas agresivas y comprometidas para diversificar su matriz energética y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.