En 2022, el consumo de electricidad en Jordania mostró que una gran parte, más de tres cuartas partes, fue generada a partir de combustibles fósiles, con el gas representando la mayoría de esta cifra. Esto pone de manifiesto una dependencia significativa de los recursos fósiles, que son conocidos por sus efectos negativos en el cambio climático y la contaminación del aire. Sin embargo, Jordania también ha visto avances notables en la generación de electricidad baja en carbono, ya que cerca de una cuarta parte de la electricidad provino de estas fuentes más limpias. La solar juega un papel destacado con más del 15% de la generación, mientras que la eólica aporta más del 7%, mostrando un compromiso creciente con las tecnologías de energía limpia.
Para aumentar aún más la generación de electricidad baja en carbono, Jordania podría enfocarse en la expansión de sus capacidades solares, dado que ya constituyen una parte importante de su mix energético verde. Además, mirando ejemplos de otros países, Jordania puede aprender de los éxitos en energía eólica observados en lugares como Dinamarca, donde el 61% de la electricidad proviene de energía eólica, y Uruguay con un 36%. Aunque Jordania no cuenta actualmente con energía nuclear, evaluar el potencial de la energía nuclear podría inspirarse en países como Armenia y los Emiratos Árabes Unidos, donde esta fuente representa una parte sustancial del suministro eléctrico.
Analizando la historia de la electricidad baja en carbono en Jordania, se observa que ha habido avances constantes en las últimas décadas, particularmente en los años 2010. En 2015, Jordania comenzó a incorporar energías eólica y solar en su matriz energética, cada una con contribuciones menores pero significativas. A partir de entonces, el crecimiento ha sido considerable, especialmente en la energía solar, que ha visto incrementos anuales consistentes, alcanzando un aumento significativo de generación en 2021. En cambio, la energía hidroeléctrica no ha mostrado ningún cambio desde 1990, lo que sugiere un estancamiento en su desarrollo comparador con las fuentes eólicas y solares, que han estado expandiéndose de manera constante.