En el año 2022, el consumo de electricidad en Jordania fue dominado por fuentes de energía de combustibles fósiles, que representaron más de las tres cuartas partes del total, con un 76,4%. Dentro de esta categoría, el gas fue la fuente principal, aportando aproximadamente el 72% de la electricidad generada. Mientras tanto, la electricidad baja en carbono constituyó alrededor de una cuarta parte del consumo total. Dentro de este grupo, la energía solar fue la más significativa, contribuyendo con más de la mitad de toda la electricidad baja en carbono del país, con un 15,3%. La energía eólica también tuvo una presencia notable, sumando un 7,3% de la electricidad generada. Sin embargo, fuentes como la hidroeléctrica y otras energías renovables excepto hidroeléctrica, registraron cifras mínimas o nulas en generación.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Jordania podría centrarse en expandir sus capacidades solar y eólica, dado que ya producen cantidades significativas de electricidad. Inspirándose en países exitosos, como Dinamarca e Irlanda, que generan más del 30% de su electricidad a partir del viento, Jordania podría seguir una ruta similar, maximizando el uso de sus recursos naturales. Asimismo, explorar oportunidades en energía nuclear podría complementar estas estrategias, tomando como ejemplo a países como Armenia y los Emiratos Árabes Unidos, donde la energía nuclear representa al menos 20% del suministro eléctrico. Estos pasos no solo ayudarían a reducir la dependencia de combustibles fósiles, sino también a contribuir en la lucha contra el cambio climático y mejorar la calidad del aire en la región.
Analizando la historia de la electricidad baja en carbono de Jordania, se observa que el país comenzó a diversificar su matriz energética a partir de mediados de la década de 2010. En 2015, tanto la energía eólica como la solar comenzaron a contribuir al suministro eléctrico, con un aumento modesto de 0,1 TWh cada una. Estos números fueron creciendo consistentemente; por ejemplo, la energía solar aumentó en 0,4 TWh en 2016 y 0,5 TWh en 2017 y 2018, mientras que la energía eólica tuvo similar trayectoria, especialmente notable con un incremento de 0,5 TWh en 2020. Tal crecimiento apunta a un compromiso claro del país hacia las energías limpias. Sin embargo, no se observan desarrollos significativos en hidroeléctrica durante estos años, lo cual indica un enfoque más decidido en solar y eólica como las principales formas de generación baja en carbono. A medida que Jordania sigue expandiendo estas capacidades, podría consolidarse como un líder regional en la transición hacia energía más limpia.