En el 2022, el consumo de electricidad en las Islas Cook se dividía equitativamente entre fuentes de electricidad baja en carbono y combustibles fósiles, cada uno representando el 50% de la generación total de electricidad. Dentro de las fuentes bajas en carbono, la energía solar constituía la totalidad del porcentaje, mostrando que la mitad de la electricidad producida proviene de tecnologías limpias, mientras que la otra mitad se genera a partir de combustibles fósiles. Esta paridad entre fuentes limpias y fósiles resalta una oportunidad significativa para avanzar hacia una matriz más sostenible al incrementar el uso de energías bajas en carbono.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, las Islas Cook pueden expandir su infraestructura solar, aprovechando el ya significativo papel que la energía solar juega en su matriz eléctrica. Mirando a países con altos índices de energía baja en carbono, la experiencia de Uruguay, que genera más de un tercio de su electricidad mediante energía eólica, puede servir como inspiración debido a ciertas similitudes geográficas y climáticas con las Islas Cook. Adicionalmente, aunque el uso de la energía nuclear es menos común en las islas, estudiar modelos exitosos en países que han implementado con éxito energía nuclear podría ofrecer lecciones valiosas sobre la diversificación y el robustecimiento de la red eléctrica baja en carbono.
Históricamente, la adopción de electricidad baja en carbono en las Islas Cook mediante energía solar se ha mantenido estable en los últimos años, a partir de 2017 hasta 2022, sin cambios significativos registrados en la generación de electricidad solar. Esto indica que mientras la energía solar ya constituye una porción considerable de la generación eléctrica, su capacidad no ha experimentado crecimiento reciente. Este estancamiento ofrece tanto un reto como una oportunidad: el desafío de dinamizar la expansión de las infraestructuras solares para ampliar la oferta de energía limpia y así minimizar el uso de combustibles fósiles, al mismo tiempo que se diversifica la matriz energética para incluir otras fuentes bajas en carbono, en el camino hacia un futuro más sostenible.