En 2022, el consumo de electricidad en Granada se basó principalmente en combustibles fósiles, representando el 96% de la generación total de electricidad. Esto indica que el país depende casi por completo de fuentes de energía no sostenibles, que generalmente contribuyen al cambio climático y a la contaminación del aire. Solo una pequeña porción, el 4%, provino de la energía solar, la única fuente de electricidad baja en carbono utilizada en el país hasta el momento. Esta situación sugiere que Granada tiene un largo camino por recorrer para diversificar sus fuentes de energía hacia opciones más limpias.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Granada podría aprender de otros países que han logrado integrar con éxito energías limpias en su matriz energética. Uruguay y Dinamarca son ejemplos notables, habiendo logrado generar 36% y 61% de su electricidad a partir de energía eólica respectivamente. Aunque Granada no tiene el tamaño geográfico de estos países, aún puede adoptar estrategias para incrementar su uso de energía eólica y solar. La implementación de políticas que fomenten la inversión en infraestructuras para energías limpias y el establecimiento de normativas que favorezcan a las fuentes bajas en carbono pueden ser pasos significativos hacia un futuro más sostenible.
Históricamente, Granada no ha visto cambios significativos en la generación de electricidad baja en carbono. En 2022, la generación de electricidad solar permaneció estable con respecto al año anterior, sin cambios en la producción. Este estancamiento subraya la necesidad de tomar medidas proactivas para avanzar hacia un futuro con mayor dependencia de fuentes de electricidad sostenibles y bajas en carbono, siguiendo el ejemplo de países que han logrado diversificar exitosamente sus fuentes de energía.