En el año 2022, el consumo de electricidad en las Bahamas estuvo dominado casi en su totalidad por los combustibles fósiles, representando un 99% de toda la electricidad generada. Esto significa que la proporción de energía baja en carbono es prácticamente inexistente en el país. Esta dependencia significativa de los combustibles fósiles tiene implicaciones serias, ya que estas fuentes de energía contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero y a la contaminación del aire, lo que afecta tanto al medio ambiente como a la salud pública. Con el cambio climático siendo una preocupación global, es crucial que las Bahamas consideren diversificar sus fuentes de generación de electricidad hacia opciones más limpias y sustentables.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, las Bahamas pueden aprender de países que han logrado integrar de manera exitosa tecnologías limpias en su matriz energética. Por ejemplo, Dinamarca ha alcanzado más de la mitad de su generación de electricidad a partir de la energía eólica, una fuente que podría ser efectiva en el contexto de las Bahamas dada la potencialidad de los vientos en la región. Además, el caso de Líbano con un 31% de generación solar es relevante, considerando que las Bahamas podría aprovechar al máximo sus altos niveles de irradiación solar. Invertir en energía nuclear también podría ser beneficioso, como lo demuestran países como Francia, donde casi el 70% de su electricidad proviene de esta fuente baja en carbono. La adopción de estas prácticas podría contribuir considerablemente a la reducción de la dependencia de combustibles fósiles en las Bahamas.
Históricamente, la generación de electricidad baja en carbono en las Bahamas ha sido inexistente. Desde 2020 hasta 2022, no se registraron cambios en la generación de electricidad solar, lo que sugiere que no hubo inversiones ni avances significativos en este sector durante estos años. Esta falta de desarrollo podría interpretarse como una oportunidad desaprovechada, dado el potencial que la isla tiene para implementar proyectos de energía solar y eólica. A medida que avanza el siglo XXI, las Bahamas tienen la oportunidad y la necesidad de transformar su estructura energética hacia fuentes más ecológicas y sostenibles, siguiendo el ejemplo de otros países que han priorizado la energía baja en carbono.