En 2023, el consumo de electricidad en Arabia Saudita refleja una marcada dependencia de los combustibles fósiles, con el 98.64% de la generación eléctrica proveniente de fuentes como el gas, que por sí solo representa el 62.68%. En comparación, la electricidad baja en carbono representa una pequeña porción, apenas un 1.36% del total. Dentro de esta categoría, la energía solar proporciona el 1.02%, mientras que otras fuentes de baja emisión de carbono son casi inexistentes. Esta alta dependencia de los combustibles fósiles tiene implicaciones significativas tanto para el medio ambiente, en términos de emisiones de gases de efecto invernadero, como para la sostenibilidad económica a largo plazo.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Arabia Saudita podría considerar diversificar su mix energético mediante la adopción de tecnologías nucleares y eólicas, siguiendo el ejemplo de países exitosos en estas áreas. Francia, por ejemplo, genera el 68% de su electricidad a partir de la energía nuclear, mientras que en Dinamarca, el 52% de la electricidad proviene de la energía eólica. Además, el caso de los Emiratos Árabes Unidos, donde el 20% de la electricidad es de origen nuclear, demuestra que otros países en la región están avanzando hacia una generación más limpia. Estas experiencias internacionales subrayan el potencial del uso de la energía baja en carbono para lograr un suministro eléctrico más sostenible y ecoamigable.
La historia reciente de la electricidad baja en carbono en Arabia Saudita muestra pasos iniciales hacia un cambio. Desde 2008 hasta 2016, no hubo avances significativos en la adopción de energía solar o eólica, sin cambios perceptibles en la generación. Sin embargo, en 2018 comenzaron a notarse pequeños incrementos, con un aumento de 0.1 TWh en la energía solar. Este crecimiento se intensificó a partir de 2021, cuando se reporta un aumento de 0.6 TWh en la generación solar, seguido de un aumento en la energía eólica en 2022 con 1.4 TWh adicionales. El impulso más considerable llegó en 2023, cuando la contribución de la energía solar aumentó significativamente en 3.5 TWh, demostrando un compromiso creciente con las soluciones energéticas bajas en carbono. Estos desarrollos recientes indican un cambio positivo y un potencial para un mayor avance futuro en el sector energético saudí.