En el 2021, la electricidad en Arabia Saudita fue generada casi en su totalidad a partir de combustibles fósiles. El gas representó alrededor del 60% mientras el petróleo cubrió un poco más del 40%. A pesar de su dependencia de los combustibles fósiles y sus abundantes recursos naturales como el abundante sol y el viento, Arabia Saudita ha producido apenas una mínima cantidad de electricidad baja en carbono.
Para incrementar la generación de electricidad baja en carbono, Arabia Saudita podría mirar hacia países con estrategias exitosas en este ámbito. Por ejemplo, Francia y Eslovaquia generan alrededor del 65% y 61% de su electricidad a partir de energía nuclear. Asimismo, Arabia Saudita podría considerar el aprovechamiento de fuentes de energía baja en carbono apropiadas para su clima y geografía, tales como la energía eólica y solar. En este sentido, Dinamarca y Uruguay han conseguido extraer el 59% y 40% respectivamente de su electricidad a partir de energía eólica. Para los días soleados, Arabia Saudita puede tomar como ejemplo a Grecia o Australia, que generan cerca del 20% de su electricidad a partir de energía solar.
La generación de electricidad baja en carbono en Arabia Saudita ha sido escasa en la última década. Durante un largo periodo desde 2008 hasta el 2017, la generación de electricidad a partir de energía solar y eólica fue prácticamente nula. Fue en 2018 cuando se registró una pequeña generación de electricidad solar, que se mantuvo constante en 2019, pero no presentó un crecimiento significativo hasta el 2021, con un aporte de menos de 1 TWh. En cuanto a la energía eólica, aún no ha habido cambios en su participación en la generación de electricidad.