Actualmente, el consumo de electricidad en Vietnam se distribuye casi equitativamente entre combustibles fósiles y electricidad baja en carbono. Desde noviembre de 2023 hasta octubre de 2024, un poco más de la mitad, aproximadamente el 56%, de la electricidad provino de combustibles fósiles, principalmente del carbón, que representó el 48%. El gas sumó casi un 8%. Por otro lado, la electricidad baja en carbono contribuyó con un poco más del 43% del total, donde la energía hidroeléctrica jugó un papel clave con casi un tercio del total de generación eléctrica. La energía solar y la eólica sumaron aproximadamente el 9% y el 4%, respectivamente. Este equilibrio muestra un moderado avance hacia fuentes limpias, pero aún se depende en gran medida de los combustibles fósiles, con sus impactos negativos en el clima y la contaminación del aire.
Para incrementar la generación de electricidad baja en carbono, Vietnam puede aprender de experiencias exitosas de otros países, especialmente aquellos con contextos similares. Dinamarca, por ejemplo, ha logrado generar casi un 60% de su electricidad mediante energía eólica. Este enfoque podría ser imitado en Vietnam, dado su potencial de viento en algunas regiones. Además, considerar la implementación de energía nuclear sería una estrategia muy efectiva. Países como Francia y Ucrania han alcanzado cifras de generación nuclear del 68% y 55% respectivamente. Al adoptar una combinación de estas estrategias, Vietnam podría no solo aumentar su independencia energética, sino también avanzar hacia un futuro más limpio y sustentable.
Históricamente, la electricidad baja en carbono en Vietnam ha estado dominada por la energía hidroeléctrica, que ha mostrado fluctuaciones significativas en su producción. En los primeros años de la década de 2000, observamos incrementos modestos, como en 2001, con 3,7 TWh adicionales. Sin embargo, a partir de 2011 se registraron mayores aumentos, hasta alcanzar un incremento de 22 TWh en 2017. No obstante, las caídas también han sido notables, como la reducción de 17 TWh en 2019. En los últimos años, la energía solar ha experimentado un rápido crecimiento, con incrementos destacados de aproximadamente 15 TWh en 2021. Recientemente, la energía eólica también ha comenzado a ganar terreno, añadiendo 5,8 TWh en 2022. Este historial destaca la importancia de diversificar fuentes de electricidad baja en carbono para garantizar un suministro energético firme y continuo.