En 2024, el estado del consumo de electricidad en Vietnam muestra que más de la mitad proviene de combustibles fósiles, específicamente del carbón, que representa casi la mitad del total. El gas también tiene una presencia significativa, contribuyendo una cantidad moderada al suministro eléctrico. Por otro lado, Vietnam ha mostrado un interés creciente en la electricidad baja en carbono, que representa cerca del 44% de su matriz energética. Dentro de esta categoría, la energía hidroeléctrica destaca como la principal fuente, ofreciendo casi un tercio de la electricidad del país. La solar y la eólica también hacen contribuciones notables, representando respectivamente un poco más del 8% y alrededor del 4%.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Vietnam puede aprender de países que han obtenido éxito significativo en este ámbito. Ejemplos notables incluyen a países como Francia, Eslovaquia y Ucrania, que han logrado generar más de la mitad de su electricidad a través de energía nuclear. Además, Dinamarca, con su fuerte inversión en energía eólica, responde por más de la mitad de su suministro eléctrico. Estos modelos son inspiradores para Vietnam, que podría considerar tanto una expansión en la infraestructura nuclear como en la energía eólica para avanzar hacia un futuro más limpio y sostenible.
Históricamente, la electricidad baja en carbono en Vietnam ha experimentado diversos cambios, especialmente en lo referente a la energía hidroeléctrica. En la primera década del siglo XXI, hubo incrementos modestos anuales, pero sobresale un crecimiento más pronunciado entre 2011 y 2012, con un aumento acumulativo de aproximadamente 25 TWh en esos años. Durante los años recientes, se observa un desarrollo notable en la energía solar, especialmente a partir de 2019, marcando un incremento adicional de alrededor de 21.3 TWh para 2021. En cuanto a la energía eólica, se registra una incorporación significativa en 2022. Vietnam continúa su expansión en energía baja en carbono, enfocándose en ampliar la infraestructura existente para abordar los desafíos climáticos y de sostenibilidad.