En 2023, el escenario de consumo de electricidad en Nicaragua muestra un enfoque más sostenible, ya que más de la mitad de su generación eléctrica proviene de fuentes bajas en carbono. Energías como la geotérmica, biofuels, hidroeléctrica y eólica contribuyen significativamente con un 51% en total. La energía geotérmica aporta casi el 13%, mientras que la hidroeléctrica aporta aproximadamente el 12% y la eólica cerca del 10%. Por otro lado, los combustibles fósiles siguen siendo una fuente importante de electricidad, representando un poco más de un cuarto del total con un 28%. Las importaciones netas constituyen una parte significativa del mix energético, sumando alrededor del 21%, lo cual resalta la dependencia del país en fuentes externas para satisfacer la demanda eléctrica.
¿Está creciendo la electricidad en Nicaragua?
El consumo de electricidad en Nicaragua ha mostrado un crecimiento, aunque modesto, con el consumo per cápita alcanzando 806 kWh en 2023, un aumento de 7 kWh en comparación con 2022, que tenía el récord anterior. A pesar de este crecimiento en el consumo total, la cantidad de electricidad de origen bajo en carbono ha descendido ligeramente a 413 kWh por persona, marcando 25 kWh menos que el récord de 2021. Esta disminución en el uso de electricidad limpia es una tendencia preocupante, ya que indica un retroceso en la transición hacia fuentes más sostenibles en un momento en que el crecimiento se necesita para enfrentar los desafíos del cambio climático y la electrificación.
Sugerencias
Para fortalecer la generación de electricidad baja en carbono, Nicaragua podría considerar la expansión de su capacidad eólica, puesto que ya representa una cantidad significativa de su generación eléctrica. Mirando ejemplos exitosos, Dinamarca es un país que ha logrado generar un notable 57% de su electricidad a partir del viento. Este país puede servir como modelo para Nicaragua en términos de optimización de esta fuente. Además, se podría examinar la potencialidad de la energía solar a partir de experiencias en regiones como Chile, que genera 23% de su electricidad de manera solar. Nicaragua podría, así, diversificar y potenciar su mix energético, incrementando tanto la energía eólica como la solar, y considerar en el futuro a largo plazo la opción de nuclear por su capacidad de generación de energía limpia y fiable que han adoptado con éxito lugares como Francia.
Historia
Históricamente, la electricidad baja en carbono en Nicaragua ha experimentado altibajos significativos. En los años 70 y 80, la energía hidroeléctrica fluctuaba, con un aumento de 0.2 TWh en 1972 y 1993, pero también caídas similares en 1977 y 1983. Un periodo de innovación comenzó en 1984 con un incremento en energía geotérmica de 0.2 TWh, luego en 2012 hubo un aumento de 0.3 TWh y un continuo despegue de la energía eólica a partir de 2013, añadiendo 0.2 TWh ese año y otros 0.3 TWh en 2014. La energía de biocombustibles también empezó a emerger en 2019 y 2021. Sin embargo, para asegurar un impacto positivo continuo en el futuro, es vital que Nicaragua mantenga una mirada optimista en la continuación y expansión de la energía limpia.
Electrificación
Estimamos el grado de electrificación comparando las emisiones de electricidad y energía total. Más sobre metodología.