Durante los últimos 12 meses, desde julio de 2023 hasta junio de 2024, el consumo de electricidad en Irán ha sido extremadamente dependiente de los combustibles fósiles. Más del 94% de la electricidad generada proviene de fuentes de energía fósil, siendo el gas natural la fuente predominante con un 82%, seguido por otras fuentes fósiles. En contraste, la generación de electricidad baja en carbono en el país es muy limitada, representando apenas el 5% del total. Toda la generación de electricidad baja en carbono en Irán proviene de la energía hidroeléctrica, mientras que otras formas de electricidad limpia, como la nuclear, la eólica y la solar, casi no contribuyen en absoluto al mix energético.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Irán puede aprender de la experiencia de otros países que han tenido éxito en esta área. Por ejemplo, Francia genera un impresionante 67% de su electricidad a partir de energía nuclear, y países como Eslovaquia, Ucrania y Suiza también tienen una alta proporción de generación nuclear, con 60%, 55% y 44% respectivamente. Además, la energía eólica ha demostrado ser una opción eficaz y sostenible en países similares a Irán en términos de recursos naturales, como Dinamarca, donde representa el 61% de la generación de electricidad. Incorporar tanto la energía nuclear como la eólica podría ser una estrategia clave para Irán, mejorando la seguridad energética y reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.
Históricamente, Irán ha mostrado fluctuaciones significativas en su generación de electricidad baja en carbono, especialmente en la energía hidroeléctrica. En la década de 1990, la generación hidroeléctrica tuvo altos y bajos, con incrementos en 1992 y caídas en 1994 y 1997. Las primeras dos décadas del siglo XXI continuaron con esta tendencia impredecible, experimentando un notable aumento en 2006 de 4,1 TWh seguido por una fuerte caída en 2008. Más recientemente, en 2019, hubo un aumento significativo de 24 TWh, pero esto se vio contrarrestado por reducciones en 2020 y 2021. La energía nuclear también ha tenido algunos altibajos, con aumentos en 2013 y 2016, pero una caída significativa en 2021. Para un futuro sostenible, Irán debe centrarse en estabilizar y expandir la generación de electricidad baja en carbono, basándose en las lecciones de otras naciones líderes en el sector.