En Yemen, el consumo de electricidad es alarmantemente bajo. La cantidad total de electricidad generada a partir de combustibles fósiles es de alrededor de 2.55 TWh, lo cual es una cantidad extremadamente baja en comparación con las necesidades modernas de electricidad. Cuando se mide per cápita, el consumo es de apenas 78 kWh por persona, lo cual es simplemente una fracción del promedio mundial de 3649 kWh por persona. Esto sugiere que casi todas las personas en Yemen enfrentan un acceso muy limitado a la electricidad. Las bajas cifras de generación eléctrica tienen graves efectos en el desarrollo económico y social, afectando la salud, la educación y las oportunidades económicas. También perpetúan la dependencia de los combustibles fósiles, continuando con sus impactos negativos sobre el medio ambiente y aumentando las emisiones de carbono.
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¿Está creciendo la electricidad en Yemen?
En términos de crecimiento, el panorama para el sector eléctrico de Yemen es igualmente desalentador. En 2013, el país alcanzó un pico de consumo eléctrico per cápita de 290 kWh, pero esa cifra ha disminuido drásticamente en los últimos años a solo 78 kWh en 2023, marcando una disminución de 212 kWh por persona. Además, la generación de electricidad baja en carbono se encuentra estancada. La cifra más reciente de generación baja en carbono es de solo 13 kWh por persona, ligeramente disminuida desde el récord previo de 14 kWh por persona en 2019. Estos datos indican una falta de avance en la diversificación y expansión de fuentes de energía más limpias y sostenibles en Yemen.
Sugerencias
Para lograr un cambio positivo, Yemen debe invertir en el crecimiento de su capacidad de generación de electricidad baja en carbono, comenzando con la expansión de la energía solar. Al mirar regiones exitosas en la aplicación de tecnologías limpias, se podrían seguir ejemplos como China e India, que generan vastas cantidades de electricidad solar. Asimismo, la energía nuclear es un componente crucial, como lo demuestra el caso de Estados Unidos y Francia, que derivan una parte significativa de su electricidad de fuentes nucleares. Yemen podría beneficiarse del desarrollo de infraestructura de energía nuclear en colaboración con socios internacionales, asegurando así un suministro eléctrico limpio, confiable y abundante para su futuro.
Historia
En la historia reciente de Yemen, la contribución de la energía solar ha sido casi inexistente. Desde 2008 hasta 2014, no hubo ningún aporte significativo de esta fuente de energía. Un pequeño avance se registró en 2015 con un incremento de 0.1 TWh, seguido por un aumento un poco mayor en 2018 con 0.3 TWh. Sin embargo, desde entonces no ha habido nuevos aumentos, lo que resalta la falta de implementación continuada de esta fuente de energía limpia en el país. La situación actual refleja la urgente necesidad de estrategias más efectivas para integrar fuentes de energía baja en carbono y así impulsar tanto el desarrollo económico como la autosuficiencia energética de Yemen.