En 2022, casi la totalidad de la electricidad en Bahréin provino de combustibles fósiles, específicamente del gas, que constituyó aproximadamente el 99.86% de la generación total. Esto significa que la proporción de electricidad baja en carbono en Bahréin es actualmente casi nula. Dependencia tan extrema del gas plantea serias inquietudes en términos de sostenibilidad y cambio climático, ya que los combustibles fósiles son conocidos por su impacto negativo en el medio ambiente, incluyendo la contaminación del aire y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Para aumentar la proporción de electricidad baja en carbono, Bahréin puede observar las exitosas experiencias de otros países. Francia, por ejemplo, genera más de dos tercios de su electricidad a partir de energía nuclear, y Eslovaquia y Ucrania también se destacan en este ámbito con más de la mitad de su electricidad proveniente de fuentes nucleares. Mientras tanto, Dinamarca genera más del 60% de su electricidad a partir de la energía eólica. Además, países cercanos y similares a Bahréin, como los Emiratos Árabes Unidos, han comenzado a apostar por la nuclear, alcanzando un 20% de generación con esta fuente. Aprender de estas experiencias puede ayudar a Bahréin a diversificar sus fuentes y apostar por tecnologías nucleares y eólicas para avanzar hacia una matriz eléctrica más limpia y sostenible.
Históricamente, Bahréin no ha realizado cambios significativos en la generación de electricidad baja en carbono. Desde 2016 hasta 2022, la contribución de la energía solar se ha mantenido en cero teravatios-hora cada año. Esta falta de progreso subraya la necesidad urgente de que Bahréin implemente políticas e inversiones en tecnologías de energía baja en carbono, como la solar, eólica y nuclear, para reducir su dependencia casi total del gas y avanzar hacia una economía más sostenible y limpia.