En 2022, el consumo de electricidad en Bahrein estuvo casi completamente dominado por combustibles fósiles, específicamente gas, que constituye más del 99% de la generación de electricidad. Esto significa que prácticamente no se utiliza electricidad baja en carbono en el país, lo que presenta un desafío significativo en términos de sostenibilidad y lucha contra el cambio climático. Dada la dependencia casi absoluta de los combustibles fósiles, Bahrein se encuentra en una posición difícil al intentar reducir su huella de carbono y mejorar la calidad del aire.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Bahrein puede mirar a países que han implementado con éxito fuentes de energía limpia. El ejemplo más prominente es Francia, donde casi el 70% de la electricidad se genera a partir de energía nuclear. Otros países que han adoptado ampliamente la energía nuclear incluyen Eslovaquia y Ucrania. Dado que Bahrein comparte ciertas características con los Emiratos Árabes Unidos, donde la energía nuclear representa el 20% de la generación eléctrica, podría considerar adoptar una estrategia similar. Además, incrementar la capacidad de generación solar sería otra opción, siguiendo los pasos de países como Grecia y Yemen, ambos con alrededor del 20% de su generación eléctrica proveniente de energía solar.
Históricamente, Bahrein no ha realizado ningún progreso significativo en términos de electricidad baja en carbono. Desde 2016 hasta 2022, la generación de electricidad a partir de energía solar ha permanecido estancada, sin incrementos. Esta falta de crecimiento en fuentes de energía limpia subraya la necesidad urgente de adoptar políticas energéticas que favorezcan la inversión en tecnologías más sostenibles, como la energía nuclear, eólica y solar. Al observar el avance global hacia fuentes de energía más limpias, Bahrein tiene la oportunidad de reducir su dependencia de los combustibles fósiles, estableciendo un camino hacia un futuro energético más sostenible y limpio.