En 2022, el consumo de electricidad en Siria estuvo dominado abrumadoramente por combustibles fósiles, que representaron más del 95% de la generación total de electricidad. Dentro de los combustibles fósiles, el gas fue la fuente principal, suministrando alrededor del 54% del total de electricidad. En contraste, la electricidad baja en carbono tuvo una presencia muy limitada en Siria, constituyendo poco más del 4% del total, con la casi totalidad de esta proveniente de la energía hidroeléctrica. Este panorama demuestra una fuerte dependencia del país en recursos fósiles para satisfacer sus necesidades eléctricas, lo cual inevitablemente contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero y a la contaminación del aire.
Para que Siria aumente su generación de electricidad baja en carbono, puede inspirarse en experiencias exitosas de otros países. Por ejemplo, Armenia ha logrado integrar un 30% de electricidad a través de energía nuclear, lo cual no solo es una opción limpia, sino también eficiente y estable. Además, países como Grecia y Yemen han avanzado significativamente en la adopción de energía solar, generando más de una quinta parte de su electricidad a partir de esta fuente. La expansión de la energía solar puede ser particularmente beneficiosa para Siria dado su clima soleado. Adoptando una estrategia que integre estas tecnologías, Siria podría diversificar su matriz energética y reducir su dependencia de los combustibles fósiles.
A lo largo de las décadas, Siria ha experimentado fluctuaciones en su generación de electricidad baja en carbono, limitada mayoritariamente a la energía hidroeléctrica. Durante los años 80, la generación hidroeléctrica mostró un crecimiento moderado, pero enfrentó caídas significativas hacia finales de la década debido a reducciones de flujo. A partir del 2000, aunque hubo algunos incrementos en ciertos años, la producción siguió un patrón volátil con varias disminuciones, especialmente en 2015, cuando la generación hidroeléctrica sufrió una caída notable. Sin embargo, incrementar la diversificación hacia otras fuentes bajas en carbono como la solar o la nuclear podría proporcionar la estabilidad y sostenibilidad necesaria para el desarrollo energético de Siria.