La situación actual del consumo eléctrico en Siria para el año 2022 muestra que el país depende en gran medida de los combustibles fósiles. En total, Siria generó aproximadamente 16 TWh a partir de combustibles fósiles y casi 9 TWh a partir de gas. En comparación con la media mundial de 432 vatios/persona, que se traduce en una generación de energía significativamente más alta, el consumo per cápita de electricidad en Siria es considerablemente bajo. Esta dependencia de los combustibles fósiles no solo contribuye al cambio climático y la contaminación del aire, sino que también limita la sostenibilidad y la independencia energética del país.
Siria puede aumentar su generación de electricidad baja en carbono aprendiendo de países que han tenido éxito en la transición hacia energías limpias. Por ejemplo, India ha logrado generar 113 TWh de electricidad a partir de energía solar, mientras que Brasil y España generan alrededor de 96 y 64 TWh, respectivamente, a partir de energía eólica. Estos países muestran que es posible diversificar las fuentes de energía y reducir la dependencia de los combustibles fósiles mediante inversiones y políticas adecuadas. Además, países como China y Estados Unidos demuestran el potencial de la energía nuclear, generando 435 TWh y 775 TWh respectivamente. Siria podría beneficiarse al adoptar una mezcla similar de energías solar, eólica y nuclear para estabilizar y aumentar su suministro de electricidad.
La historia de la electricidad baja en carbono en Siria se ha centrado principalmente en la energía hidroeléctrica, aunque con fluctuaciones significativas. En la década de 1980, se observaron incrementos menores con algunas caídas, como en 1986, cuando la producción hidroeléctrica disminuyó en 0,5 TWh. En el año 2000, se registró un aumento de 0,5 TWh, seguido de varios años de fluctuaciones importantes; por ejemplo, en 2002 hubo una disminución de 1 TWh. Los años 2014 y 2015 fueron especialmente difíciles, con descensos de 0,7 y 1,9 TWh respectivamente. A pesar de ciertos incrementos, las tendencias recientes muestran una necesidad urgente de diversificación en las fuentes de energía para estabilizar la producción eléctrica del país.