Actualmente, el estado del consumo de electricidad en Santa Lucía se basa exclusivamente en combustibles fósiles. Toda la electricidad generada en el país proviene de fuentes fósiles, lo que significa que no tiene ninguna participación de energía baja en carbono. Esta dependencia completa de los combustibles fósiles contribuye negativamente al cambio climático y a la contaminación del aire, problemas críticos que afectan tanto a la salud humana como al medio ambiente. En este contexto, es imperativo que Santa Lucía considere transitar hacia fuentes de energía más limpias para reducir estas consecuencias negativas y mejorar la sostenibilidad a largo plazo de su generación de electricidad.
Para incrementar la generación de electricidad baja en carbono, Santa Lucía puede mirar el ejemplo de países con éxito en esta área. Un caso relevante es Uruguay, que genera un tercio de su electricidad a partir de energía eólica, un recurso que podría aprovecharse en la isla si las condiciones geográficas son adecuadas. Además, mirar a Grecia con un 22% de generación solar puede servir de guía, ya que Santa Lucía también tiene un considerable potencial solar. En el ámbito nuclear, si las condiciones lo permiten, Santa Lucía podría estudiar modelos de países como Francia, donde la energía nuclear representa la mayoría de la generación de electricidad baja en carbono, aunque este camino implica desafíos técnicos y regulatorios significativos.
En cuanto a la historia de la electricidad baja en carbono en Santa Lucía, los datos disponibles no indican cambios ni eventos relevantes en términos de adopción de energías bajas en carbono a lo largo de las décadas. Esto refuerza la necesidad de una transformación energética urgente para integrar fuentes de energía más limpias. Pasar a un modelo más diverso, que incluya energía eólica, solar y posiblemente nuclear, no solo diversificaría las fuentes de electricidad, sino que también ayudaría a mitigar los impactos ambientales desfavorables actuales. Esta transición sería crucial para posicionar a Santa Lucía como un ejemplo de sostenibilidad y resiliencia energética en el Caribe.