En el período comprendido entre noviembre de 2023 y octubre de 2024, el consumo de electricidad en Moldavia depende en gran medida de los combustibles fósiles, que representan cerca del 87% del total, siendo el gas la fuente predominante. Las importaciones netas contribuyen con aproximadamente el 7% de la electricidad del país. Las fuentes de electricidad baja en carbono, fundamentales para combatir el cambio climático y reducir la contaminación del aire, representan solo un poco más del 6% del total. Dentro de estas fuentes limpias, la energía hidroeléctrica contribuye con alrededor del 4% del total y la energía eólica representa cerca del 1%. Esta baja proporción de electricidad baja en carbono revela un gran potencial para mejorar y diversificar las fuentes de energía limpias en Moldavia.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Moldavia puede aprender de otros países que han tenido éxito en la adopción de tecnologías de energía limpia. Por ejemplo, Eslovaquia y Ucrania, situados en Europa del Este como Moldavia, han logrado generar alrededor del 60% y 55% de su electricidad a partir de energía nuclear, respectivamente. Esta experiencia señala que la expansión nuclear podría ser una estrategia viable para Moldavia. Además, observar cómo Dinamarca y Uruguay han aprovechado la energía eólica, generando 59% y 36% de su electricidad, respectivamente, subraya la posibilidad de desarrollar parques eólicos para aprovechar el potencial de este recurso en Moldavia.
Históricamente, la contribución de fuentes de electricidad baja en carbono en Moldavia ha sido limitada y algo fluctuante. En la década de los 90, hubo pequeños aumentos y disminuciones en la generación hidroeléctrica, sin un crecimiento significativo sostenido. La última década muestra fluctuaciones menores en la generación hidroeléctrica, como los ligeros incrementos en 2017 y 2023, pero también retrocesos recientes en 2023/2024 en tanto la energía hidroeléctrica como eólica, ambos con disminuciones de 0.1 TWh. Estos datos históricos sugieren que, a pesar de algunos intentos aislados de incremento, Moldavia necesita una política más estratégica y sostenida para aumentar sus capacidades de generación limpia, con un enfoque particular en la construcción de generación nuclear y eólica para asegurar un futuro más sostenible.