En el año 2023, en Malta, más del 85% de la electricidad consumida provenía de combustibles fósiles, con un predominio casi absoluto del gas, que representaba el 87,78% del total. En contraste, la electricidad baja en carbono representaba poco más del 10% de la energía eléctrica total. Entre las formas de generación de electricidad baja en carbono, la energía solar fue la única fuente existente, proporcionando todo el 11,47% de la electricidad baja en carbono.
Malta tiene un potencial significativo para aumentar su producción de electricidad baja en carbono. Dado que ya cuenta con una importante contribución solar, podría explorar la expansión de esta tecnología. El país podría aprender de naciones como España y Dinamarca, que han logrado generar alrededor del 23% y 59% de su electricidad, respectivamente, a través de energía eólica, un recurso que Malta podría aprovechar dada su ubicación insular ventosa. Sin embargo, también sería beneficioso considerar el éxito de países pequeños y densamente poblados, como Francia y Eslovaquia, que generan el 66% y el 61% de su electricidad, respectivamente, a través de la energía nuclear. Esta podría ser una fuente de generación de energía baja en carbono viable para Malta debido a su alta eficiencia y confiabilidad.
La historia de la generación de electricidad baja en carbono en Malta es relativamente reciente y se ha centrado casi exclusivamente en la energía solar. Sin embargo, la generación de energía solar permaneció estancada en 0 TWh durante más de una década, desde 2010 hasta 2023. Vale la pena destacar que durante ese tiempo, no hubo cambios en la generación de biocombustibles. Los datos muestran que si bien Malta ha realizado esfuerzos para diversificar su matriz eléctrica a lo largo de los años, el potencial de las fuentes de energía baja en carbono todavía no se ha aprovechado al máximo.