En el año 2024, el consumo de electricidad en Malasia muestra una gran dependencia de los combustibles fósiles, representando más de cuatro quintas partes del total, con un 81% de generación proveniente de estas fuentes. Dentro de los combustibles fósiles, el carbón es el mayor contribuyente con casi la mitad de la generación eléctrica, alcanzando el 44%, seguido del gas, que aporta un 37%. En contraste, la electricidad baja en carbono representa una minoría significativa, alcanzando casi una quinta parte del total, cerca del 19%. La mayor parte de esta electricidad limpia proviene de la energía hidroeléctrica, que por sí sola aporta el 16%, mientras que la energía solar contribuye con un modesto 2%.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Malasia puede estudiar ejemplos internacionales exitosos. Países como Francia y Eslovaquia han logrado producir una gran parte de su electricidad a partir de energía nuclear, alcanzando el 68% y el 62%, respectivamente. La adopción de energía nuclear puede ser clave para disminuir la dependencia de combustibles fósiles, dada su capacidad para proporcionar grandes cantidades de electricidad limpia. Además, la energía eólica, bien implementada en países como Dinamarca e Irlanda con el 52% y el 32% respectivamente, podría representar otra vía viable para Malasia, considerando las similitudes geográficas y climáticas con estos países.
La historia de la electricidad baja en carbono en Malasia muestra un progreso en el sector hidroeléctrico a lo largo de varias décadas. En los años 80, aunque hubo altibajos, se comenzó con incrementos significativos en la producción. La década de los 90 mostró fluctuaciones, pero hacia el final del siglo XX y principios del XXI, se observaron incrementos notables, especialmente en 1999 con un crecimiento de 3.1 TWh. Más recientemente, en la segunda década del siglo XXI, se destaca la expansión, particularmente en 2016 y 2017, con incrementos superiores a los 6 TWh por año. En 2024, la energía solar también ha comenzado a integrarse, con un aumento de 0.9 TWh en su generación, lo que marca un paso hacia la diversificación de las fuentes de electricidad baja en carbono en el país.