En el año 2022, la energía en Malasia sigue dependiendo en gran medida de los combustibles fósiles, que representan aproximadamente el 81% de la generación de electricidad. El carbón y el gas son las principales fuentes de esta energía, representando más de la mitad de la electricidad total del país. La generación de electricidad baja en carbono, por otro lado, representa solo un poco menos del 20%, con una clara predominancia de la energía hidroeléctrica que conforma la gran mayoría de la electricidad baja en carbono con un 17%. La electricidad solar, aunque aún representa una pequeña fracción en comparación, ha comenzado a entrar en la mezcla energetica con un 1.1%.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Malasia puede aprender de otros países que han tenido éxito en este ámbito. Francia y Eslovaquia son ejemplos notables, con un impresionante 66% y 61% de su electricidad proveniente de energía nuclear, respectivamente. Invertir en energía nuclear podría ser una opción para Malasia, especialmente debido a las similares condiciones geográficas y económicas compartidas con estos países. Además, el futuro de la electricidad baja en carbono también puede verse en países como Dinamarca y Alemania, donde la energía eólica representa el 59% y 30% de la electricidad respectivamente. Estos ejemplos demuestran que una transición hacia una electricidad más limpia y sostenible es posible.
Examinando el historial de Malasia en términos de electricidad baja en carbono, vemos que hasta ahora, la principal fuente ha sido la energía hidroeléctrica. A lo largo de las décadas, la capacidad de generación de energía hidroeléctrica ha fluctuado, pero ha mantenido una tendencia creciente en general. Notable español, en la década de 2000 hasta la actualidad, ha habido un fuerte aumento en la producción de energía hidroeléctrica, con los años 2016 y 2017 viendo las mayores ganancias en términos de capacidad adicional. El año 2019 marcó un hito en la historia de la energía en Malasia, con la introducción de la generación de electricidad solar al panorama energético del país. A pesar de la dependencia de Malasia de los combustibles fósiles, estos datos sugieren un movimiento gradual, pero constante, hacia una generación de electricidad más limpia y sostenible.