En 2023, el consumo de electricidad en Malasia está dominado por los combustibles fósiles, con más del 80% de su electricidad proveniente de estas fuentes. El carbón y el gas natural son las principales fuentes de energía fósil, representando casi el 45% y casi el 37% respectivamente. En contraste, la electricidad baja en carbono contribuye con un poco más del 19% del total, donde la energía hidroeléctrica juega un rol importante con casi el 17%, y la solar aporta apenas un 1.7%. A pesar de este porcentaje relativamente bajo, existe un potencial notable para aumentar su participación en el mix energético de manera que se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero y se mejore la calidad del aire.
Para incrementar la generación de electricidad baja en carbono, Malasia puede aprender lecciones valiosas de otros países. Por ejemplo, Francia ha utilizado la energía nuclear para generar el 67% de su electricidad, lo que indica la gran efectividad de esta fuente para producir electricidad limpia a gran escala. Asimismo, Dinamarca ha apostado fuerte por la energía eólica, cubriendo más del 60% de su generación eléctrica con viento. Países con características similares, como Chile con un 21% de solar y Grecia con un 22%, también muestran la viabilidad del crecimiento en energía solar dentro de una matriz eléctrica. Así, apostando por ampliar su infraestructura de energía nuclear, eólica y solar, Malasia puede diversificar y limpiar su mix energético.
En cuanto a la historia de la electricidad baja en carbono en Malasia, durante las décadas de los 80 y 90, hubo una serie de fluctuaciones en la generación de energía hidroeléctrica. Por ejemplo, en 1984 y 1994 hubo aumentos de alrededor de 1.7 TWh. Sin embargo, los años de 1990 y 1996 registraron descensos significativos en esta fuente de energía. En la última década, el país ha visto aumentos más consistentes, como en 2016 y 2017, cuando la generación hidroeléctrica aumentó notablemente en 6.1 y 6.8 TWh, respectivamente. En 2019, la energía solar comenzó su contribución con un aumento de 0.8 TWh, dando indicios de un crecimiento futuro en esta área. Este patrón sugiere que Malasia ha estado incrementando su enfoque en las energías bajas en carbono, y con un esfuerzo concertado, podría ver un incremento aún mayor en las próximas décadas.