En el año 2022, el consumo de electricidad en Libia estuvo dominado por los combustibles fósiles. La proporción de energía proveniente de fuentes fósiles fue de más del 97%, con el gas representando la mayoría de esta producción. La dependencia de fuentes limpias o electricidad baja en carbono es prácticamente cercana a cero, con importaciones netas constituyendo aproximadamente el 3% del consumo total. La abrumadora dependencia de los combustibles fósiles no sólo implica un alto nivel de emisiones de carbono, sino que también expone al país a la volatilidad del mercado de combustibles fósiles y a las crisis de abastecimiento.
Para Libia, el aumento de la generación de electricidad baja en carbono podría replicar los éxitos de países como Francia y Ucrania, que logran importantes porcentajes de su electricidad a partir de fuentes como la nuclear. La inversión en energía eólica es también una opción viable, dada la experiencia de países como Dinamarca y Uruguay. Además, la energía solar podría ser explotada en gran medida debido a las condiciones climáticas favorables en la región. Aprender de naciones del mismo entorno geográfico o socioeconómico, como Marruecos y Jordania, que han incrementado su capacidad solar y eólica, podría proporcionar un plan de desarrollo estratégico para diversificar la matriz energética de Libia hacia una más limpia y sostenible.
La historia de la generación de electricidad baja en carbono en Libia revela una falta de progreso en las últimas dos décadas. Desde 2004 hasta 2022, no ha habido cambios significativos en la producción de energía solar, lo cual muestra un retraso notable en la adopción de tecnologías de energía limpia. Este estancamiento implica una pérdida de oportunidades para desarrollar fuentes sostenibles de electricidad, especialmente teniendo en cuenta la creciente importancia global de la reducción de emisiones de carbono. Es fundamental que Libia comience a invertir en la integración de tecnologías de energía nuclear, eólica y solar para diversificar su sistema eléctrico y garantizar así una energía más limpia y segura para el futuro.