En 2023, el consumo de electricidad en Líbano es un reflejo de una mezcla energética en transición. Algo más de la mitad de la electricidad, específicamente el 53%, aún proviene de combustibles fósiles. Sin embargo, un porcentaje significativo, casi el 47%, ya se genera a través de fuentes bajas en carbono, lo que destaca un creciente interés en opciones más limpias. Dentro de esta categoría, la energía solar juega un papel destacado al representar casi un tercio del total, mientras que la energía hidroeléctrica contribuye con alrededor del 15%. Este equilibrio entre energías fósiles y alternativas más limpias sugiere que Líbano está en una senda significativa hacia la diversificación energética y la reducción de carbono.
¿Está creciendo la electricidad en Líbano?
A pesar de estos logros en el ámbito de la generación de electricidad baja en carbono, Líbano ha experimentado una preocupante disminución en su consumo eléctrico per cápita total. En 2023, el consumo es de 783 kWh por persona, un valor que ha caído drásticamente desde el récord anterior de 3741 kWh por persona en 2019. Esta reducción de casi 3000 kWh advierte sobre un estancamiento general en el acceso o utilización de electricidad que podría estar afectando el desarrollo económico y social del país. Sin embargo, es alentador observar que, a pesar de la disminución general, la generación de electricidad baja en carbono per cápita ha visto un pequeño incremento desde 2022, lo que indica una mejora en la calidad de la electricidad consumida.
Sugerencias
Para fortalecer su capacidad de generación limpia, Líbano podría beneficiarse expandiendo sus instalaciones solares, dado el notable rendimiento que ya proporciona esta fuente en términos de electricidad generada. Al observar otras regiones exitosas en energía baja en carbono, Líbano puede encontrar inspiración en países con fuerte tradición en energía nuclear y eólica. Por ejemplo, Francia y Eslovaquia dependen ampliamente de la energía nuclear para satisfacer más del 60% de su demanda eléctrica, mientras que estados de Estados Unidos como Iowa y Dakota del Sur confían en la energía eólica generando hasta el 60% de su electricidad. Adoptar políticas que promuevan una mezcla equilibrada de energía solar y nuclear podría ser una estrategia poderosa para Líbano.
Historia
En cuanto a la historia de la electricidad baja en carbono en Líbano, se ha observado una evolución diversa a lo largo de las décadas. Durante los años 80 y 90, la generación hidroeléctrica experimentó fluctuaciones pequeñas pero recurrentes. A principios del siglo XXI, hubo periodos de crecimiento, seguidos de declives en varias ocasiones. La última década vio la incorporación de la energía solar, con incrementos notables de 0.2 TWh en 2021 y un impresionante aumento de 1 TWh en 2022. Aunque la hidroeléctrica ha tenido sus altibajos, la introducción y crecimiento de la energía solar es un desarrollo positivo que Líbano puede seguir consolidando, al igual que los ejemplos exitosos de otros países en energía nuclear y eólica.
Electrificación
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