En 2023, el consumo de electricidad en Líbano se caracteriza por un equilibrio entre las fuentes de energía de combustibles fósiles y las bajas en carbono. Más de la mitad de la electricidad proviene de combustibles fósiles, específicamente un 52.65%, mientras que el 47.35% restante se genera a partir de fuentes de energía baja en carbono. Dentro de estas fuentes limpias, la energía solar destaca como el mayor contribuyente proporcionando casi un tercio de la electricidad total con un 30.97%. La energía hidroeléctrica también juega un papel significativo, representando poco más del 15% del suministro eléctrico. Este balance entre energías fósiles y limpias sugiere un progreso hacia un futuro más sostenible, aunque aún queda camino por recorrer para reducir aún más la dependencia de los combustibles fósiles.
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¿Está creciendo la electricidad en Líbano?
En cuanto al crecimiento de la electricidad en Líbano, los datos muestran una preocupante disminución. En 2023, el consumo total de electricidad fue de solo 783 kWh por persona, una caída significativa desde el récord de 3551 kWh por persona en 2018, mostrando un descenso de 2768 kWh por persona. Sin embargo, en el ámbito de la electricidad baja en carbono, hay señales alentadoras. Esta categoría logró un leve aumento, alcanzando 371 kWh por persona en 2023, superando el récord anterior de 2022 que era de 346 kWh por persona, marcando un incremento de 24 kWh por persona. A pesar de este avance modesto en energías limpias, el panorama general indica una reducción que necesita ser abordada para satisfacer la demanda futura y apoyar el crecimiento económico.
Sugerencias
Para incrementar la generación de electricidad baja en carbono, Líbano tiene la oportunidad de ampliar su capacidad solar, que ya constituye una parte significativa de su producción actual. Mirando ejemplos exitosos de otras regiones, se puede aprender de países como Francia y Eslovaquia, donde la energía nuclear representa un pilar central del suministro energético, con contribuciones del 69% y 67% respectivamente. Asimismo, estados como Iowa y Dakota del Sur en Estados Unidos, han logrado aprovechar la energía eólica para cubrir más de la mitad de sus necesidades energéticas. Al centrarse en la expansión tanto de la energía solar como de la nuclear, Líbano podría establecer un sistema eléctrico más sostenible y resistente, mitigando los impactos negativos del cambio climático y la contaminación atmosférica debida a combustibles fósiles.
Historia
A lo largo de los años, la trayectoria de la electricidad baja en carbono en Líbano ha experimentado altibajos, especialmente en el ámbito hidroeléctrico. Desde 1982, se han registrado fluctuaciones, como una disminución de 0.2 TWh en varios años, incluyendo 1982 y 1990, y algunas subidas en otros años como 1991 y 1993. En los primeros años de la década del 2000, la energía hidroeléctrica tuvo un repunte significativo, especialmente en 2003 con un aumento de 0.6 TWh. No obstante, estas mejoras han sido contrarrestadas por descensos pronuciados como en 2014, donde se observó una caída de 1 TWh. A partir de 2021, la energía solar comenzó a registrar cifras positivas, con incrementos de 0.2 TWh en 2021 y 1 TWh en 2022, marcando un cambio positivo hacia un futuro más limpio. Es crucial que Líbano capitalice estas tendencias positivas para impulsar aún más la generación de electricidad baja en carbono.