En el año 2022, la totalidad de la electricidad consumida en las Islas Vírgenes Británicas provino de combustibles fósiles, principalmente petróleo. Toda la electricidad generada y consumida fue gracias a estas fuentes de alto carbono. Este enfoque no solo es poco sostenible debido al impacto ambiental y las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también puede ser costoso y volátil debido a las fluctuaciones en los precios de los combustibles fósiles. En este contexto, las Islas Vírgenes Británicas se encuentran en una encrucijada: la dependencia del 100% en fuentes de energía basadas en combustibles fósiles no es sostenible ni económica a largo plazo.
Para incrementar la generación de electricidad baja en carbono, las Islas Vírgenes Británicas podrían considerar varias estrategias inspiradas en países que han tenido éxito en esta transición. La incorporación de energía eólica podría ser una opción viable, similar a lo que han hecho Dinamarca y Uruguay, donde la energía eólica representa más de la mitad y un tercio de su generación eléctrica, respectivamente. Asimismo, la energía solar podría ser una solución factible para el archipiélago, imitando a Chipre y Chile, donde la energía solar constituye aproximadamente una quinta parte de su electricidad. Adicionalmente, la implementación de una planta nuclear podría considerarse a largo plazo. Países como Francia y Eslovaquia han logrado generar más de la mitad de su electricidad a través de energía nuclear, marcando un camino a seguir para estos territorios insulares que buscan diversificar su matriz energética.
La historia de la electricidad baja en carbono en las Islas Vírgenes Británicas no ha mostrado cambios significativos en el desarrollo de fuentes sostenibles. Durante las últimas décadas, no se han llevado a cabo proyectos significativos de generación de electricidad baja en carbono, lo que ha resultado en una dependencia continua de los combustibles fósiles. La falta de evolución en la generación de energías limpias pone de manifiesto la necesidad de adoptar una visión más ecológica y sostenible para el futuro eléctrico del país. Esta historia subraya la importancia de iniciar inmediatamente la transición hacia fuentes de electricidad bajas en carbono, con el objetivo de reducir las emisiones nocivas y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.