En las Islas Feroe, el consumo de electricidad en 2022 muestra una notable dependencia de los combustibles fósiles, que representan algo más de la mitad del total, alrededor del 62%. Por otro lado, la electricidad baja en carbono constituye el 38% del consumo. Dentro de este segmento, la energía hidroeléctrica es la más prominente, contribuyendo con aproximadamente una cuarta parte del total de electricidad. La energía eólica también juega un papel significativo, generando cerca del 12% de la electricidad. Esta mezcla sugiere que, aunque las Islas Feroe están avanzando hacia la adopción de fuentes de energía más limpias, todavía tienen un camino por recorrer hacia una matriz energética completamente baja en carbono.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, las Islas Feroe pueden seguir ampliando su capacidad de generación de energía eólica, dada su ya significativa participación en el mix energético. Al observar ejemplos exitosos, las Islas Feroe pueden aprender de países como Dinamarca, donde el 59% de la electricidad proviene de la energía eólica. Además, experiencias de otros países muestran que la integración de la energía nuclear puede ser una solución viable. Por ejemplo, países como Francia, donde la energía nuclear constituye el 67% de la generación eléctrica, demuestran la eficacia de esta tecnología. Aunque las Islas Feroe no tienen generación nuclear actualmente, estudiar estos modelos puede proporcionar estrategias valiosas para diversificar sus fuentes bajas en carbono.
La historia de la electricidad baja en carbono en las Islas Feroe, basada en registros desde 2002, muestra que tanto la energía hidroeléctrica como la eólica han experimentado un crecimiento estable a lo largo de los años, aunque las cifras específicas de generación no han mostrado grandes cambios anuales. Desde principios de la década del 2000, no se han registrado declives significativos, lo que indica una estabilidad en su uso. No obstante, la falta de incremento considerable en estos sectores sugiere que aún hay oportunidades para reforzar y ampliar la capacidad de generación en estas áreas, especialmente para reducir aún más la dependencia de los combustibles fósiles, que contribuyen al cambio climático y la contaminación del aire.