En el año 2022, el consumo de electricidad en Camboya muestra una distribución bastante equilibrada entre fuentes bajas en carbono y combustibles fósiles. La electricidad procedente de fuentes bajas en carbono representa un poco más del 36% del total, siendo la energía hidroeléctrica la mayor contribución de este grupo con algo más del 32%, mientras que la solar representa alrededor del 3%. En cuanto a los combustibles fósiles, aportan un poco más del 35% de la electricidad del país, con el carbón contribuyendo con cerca del 31%. Además, alrededor del 29% de la electricidad es importada, lo que denota una dependencia significativa de las importaciones para satisfacer las necesidades eléctricas del país.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Camboya podría inspirarse en las experiencias exitosas de otros países. Países como Dinamarca han logrado generar el 59% de su electricidad a partir de la energía eólica, lo que indica que Camboya podría considerar expandir sus inversiones en energía eólica. Por otro lado, países que han optado por la energía nuclear, como Eslovaquia con un 60% de su electricidad producida de esta manera, muestran que la energía nuclear puede ser una fuente confiable y significativa de electricidad baja en carbono. Además, aprender de experiencias en energía solar, como la de Grecia con un 22% de electricidad generada de esta forma, podría proporcionar modelos a seguir para potenciar la capacidad solar en Camboya.
En cuanto a la historia de la generación de electricidad baja en carbono en Camboya, la energía hidroeléctrica ha tenido un crecimiento significativo a lo largo de los años. Durante los primeros años del siglo XXI, específicamente en el año 2000 y 2001, las contribuciones fueron modestas, pero a partir de 2012 se observó un notable aumento, con incrementos en la generación que casi alcanzaron los 2 TWh en 2018. Esto muestra la capacidad de Camboya para desarrollar infraestructura hidroeléctrica. La energía solar comenzó a ganar terreno en 2019, con un modesto pero significativo aumento en la generación que continuó en 2020 y 2021. Sin embargo, se observa que la diversificación hacia otras fuentes bajas en carbono podría ser beneficiosa para reducir la dependencia de las importaciones y los combustibles fósiles.