En 2022, el estado del consumo de electricidad en Brunei se basa completamente en combustibles fósiles. Más de tres cuartas partes de su electricidad provienen del gas (78%) y casi una cuarta parte del carbón (21%). No hay generación de electricidad mediante fuentes de baja en carbono o limpias, lo cual incluye energía nuclear, eólica, solar u otras formas de energía sostenible. Esta dependencia total de los combustibles fósiles no solo contribuye al cambio climático, sino que también implica riesgos de contaminación del aire y otros problemas ambientales.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Brunei podría aprender de países que han tenido éxito en la transición hacia energías limpias. Por ejemplo, Francia obtiene cerca de dos tercios de su electricidad de energía nuclear (65%), al igual que Eslovaquia (62%) y Ucrania (55%). En el caso de la energía eólica, Dinamarca es notable con 53% de su electricidad proveniente de fuentes eólicas. Uruguay también hace un buen uso de la energía eólica, con un 35% de su electricidad de esta fuente. Aunque Brunei es diferente en muchos aspectos, podrían considerar integrar estas tecnologías limpias siguiendo políticas e inversiones similares a las de estos países.
En la última década, Brunei no ha mostrado ningún desarrollo significativo en la generación de electricidad baja en carbono. Desde 2011 hasta 2018, no hubo cambios en la generación de electricidad solar, que se mantuvo en cero TWh cada año. Esto indica que no se han realizado esfuerzos ni inversiones considerables en el desarrollo de la energía solar o cualquier otra fuente de energía limpia. Para reducir su dependencia de los combustibles fósiles y hacer frente a los desafíos climáticos, Brunei necesita urgentemente cambiar esta tendencia e invertir en tecnologías de energía baja en carbono, como nuclear, solar y eólica.