En 2022, el consumo de electricidad en Afganistán depende significativamente de las importaciones, alcanzando casi 6 TWh en importaciones netas. Esto indica que Afganistán todavía está lejos de satisfacer sus propias necesidades de electricidad de manera autosuficiente. Al considerar el consumo de electricidad per cápita y compararlo con el promedio mundial de 3638 vatios/persona, Afganistán está muy por debajo, lo que sugiere que la infraestructura y el acceso a la electricidad en el país son limitados. Las bajas tasas de generación de electricidad pueden afectar negativamente el desarrollo económico, la modernización de infraestructuras y la calidad de vida de sus ciudadanos, limitando, entre otras cosas, el acceso a servicios básicos como la educación y la atención médica, que son esenciales para el progreso social y económico.
Para mejorar la generación de electricidad baja en carbono, Afganistán puede aprender de otros países que han tenido éxito en el desarrollo de energía limpia. China, por ejemplo, ha desarrollado significativamente sus capacidades eólicas y solares, generando más de mil TWh de electricidad a partir del viento y unos 700 TWh de solar. India también ofrece un modelo a seguir, con casi 130 TWh generados a partir del sol y cerca de 90 TWh de energía eólica. Estos ejemplos destacan la importancia de invertir en infraestructura de energía eólica y solar como medios efectivos para mejorar la generación de electricidad sostenible. Afganistán debe considerar estas rutas y, además, evaluar la posibilidad de desarrollar capacidad nuclear, una fuente de energía limpia y estable.
La historia de la generación de electricidad baja en carbono en Afganistán se ha centrado principalmente en la energía hidroeléctrica, aunque ha experimentado fluctuaciones a lo largo de los años. Durante la década de 1990, la generación hidroeléctrica disminuyó ligeramente, pero comenzó a recuperarse después de 2001, con incrementos modestos en años subsiguientes. Sin embargo, la inestabilidad persiste, ya que en 2018 y 2020 la generación de energía hidroeléctrica experimentó una ligera disminución. Dada esta historia, Afganistán puede beneficiarse de diversificar su matriz energética hacia otras formas de electricidad baja en carbono, como la energía eólica, solar y potencialmente nuclear, para asegurar un suministro más estable y sostenible.