La situación actual del consumo de electricidad en Azerbaiyán para el año 2024 muestra una dependencia abrumadora de los combustibles fósiles, ya que más del 88% de la electricidad del país proviene de estas fuentes, con el gas representando la parte principal. En cambio, la generación de electricidad baja en carbono constituye aproximadamente el 12% del total, siendo la energía hidroeléctrica la fuente más significativa de este grupo, con cerca del 10%. La solar, aunque esté presente, representa apenas un poco más del 1%, lo cual muestra un potencial de crecimiento necesario para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y los impactos negativos de los combustibles fósiles.
Para aumentar la generación de electricidad baja en carbono, Azerbaiyán puede aprender de países que han tenido éxito en este ámbito. Francia, Eslovaquia y Ucrania son ejemplos de naciones que han logrado que más de la mitad de su electricidad sea generada por energía nuclear. Armenia, una nación comparable en algunas características, también utiliza energía nuclear para generar un 30% de su electricidad. Además, el crecimiento de la energía solar en países como Chile y Líbano sugiere que con la inversión adecuada, Azerbaiyán podría incrementar su capacidad solar. Además, la energía eólica, tal como se usa extensamente en países como Dinamarca y los Países Bajos, también ofrece otra ruta viable para reducir la dependencia de combustibles fósiles.
En cuanto a la historia de la electricidad baja en carbono en Azerbaiyán, los cambios más significativos se han producido en el ámbito de la energía hidroeléctrica. En los años 90, se observó un crecimiento positivo, especialmente en 1990 y 1993, con incrementos que alcanzaron hasta 1 TWh. Sin embargo, algunos años, como 1986, 1994 y 1999, experimentaron disminuciones. En la última década, la generación hidroeléctrica se ha mantenido variable, con un aumento significativo de 1.3 TWh en 2024. Cabe destacar que la energía solar empezó a contribuir con un ligero incremento de 0.3 TWh en 2024, lo que marca un pequeño pero importante paso hacia una mayor diversificación de fuentes bajas en carbono.