En 2022, la generación de electricidad en Azerbaiyán estuvo dominada por los combustibles fósiles, que representaron poco más del 93% del total, con el gas contribuyendo a casi toda esta cifra. Las fuentes de energía de baja emisión de carbono, que incluyen la energía hidroeléctrica, constituyeron aproximadamente el 6% de la generación eléctrica del país. Dentro de estas fuentes limpias, la energía hidroeléctrica representó un poco más del 5%. Esta gran dependencia de los combustibles fósiles resalta la necesidad de diversificar las fuentes de energía y reducir las emisiones de carbono para cumplir con las metas sostenibles y disminuir los impactos negativos en el clima y la calidad del aire.
Para incrementar la generación de electricidad baja en carbono, Azerbaiyán podría tomar como referencia a países similares que han tenido éxito en este ámbito. Por ejemplo, Armenia ha logrado que el 30% de su electricidad provenga de energía nuclear. Este enfoque en la energía nuclear está respaldado por otros países como Eslovaquia, Ucrania y Bulgaria, que también dependen en gran medida de la energía nuclear para sus necesidades eléctricas. Además, la energía eólica se destaca en países como Dinamarca y Uruguay, donde representa más del 30% de la generación eléctrica. Azerbaiyán podría considerar inversiones tanto en energía nuclear como en proyectos eólicos para expandir sus capacidades de energía limpia.
La historia de la generación de electricidad hidroeléctrica en Azerbaiyán ha sido bastante variable. En los años 1990, se observaron incrementos modestos, como un aumento de 1 TWh en 1990 y 0.7 TWh en 1993, pero también se registraron disminuciones como en 1994 y 1995. En la década del 2000, la producción fluctuó, con un aumento notable de 1.1 TWh en 2010, seguido de descensos significativos en 2011 y 2012. En el año 2020, se produjo otra disminución de 0.5 TWh. En 2022, se observó un leve aumento de 0.3 TWh. Estos cambios reflejan la necesidad de estabilizar y fortalecer la producción de energía limpia en el país para asegurar una contribución consistente al mix energético.